La verdad es que después de escuchar los méritos de los empresarios que premiamos este año tenemos que sentirnos muy orgullosos de nuestra tierra y de nuestro talento, de nuestra capacidad de crear riqueza y de innovar en un mercado cada vez más complejo y en una coyuntura tan difícil como la que atravesamos.
Así que lo primero es felicitar a todas las empresas galardonadas en esta edición, a todos sus trabajadores y sus familias, por el esfuerzo diario que supone no solo ya mantenerse a flote, sino destacarse por encima de la media en estos momentos marcados por la transformación de nuestra economía, la escalada de los costes y la incertidumbre.
Todo un éxito sin duda. Por eso es una gran alegría para nosotros entregar estas distinciones y haber compartido hoy con los empresarios de Huelva, con los mejores de ellos, esta cita que ya es un clásico de nuestra agenda en la provincia. Un clásico que, en esta coyuntura, como digo, cobra mayor importancia porque necesitamos como nunca empresas fuertes, iniciativas emprendedoras y proyectos innovadores y sostenibles que nos ayuden a salir de esta situación sin precedentes y que sirvan, además, de referencia para nuestros jóvenes y nuestra sociedad.
Estos premios, por tanto, son una justa recompensa simbólica para los galardonados, un soplo de aliento, un signo de agradecimiento de toda la sociedad a su labor. Y en la otra cara de la moneda, creo que iniciativas tan consolidadas como la de la FOE nos ayudan, sobre todo, a confiar más en nosotros mismos, en nuestras capacidades, a tomar conciencia de que es posible seguir creando empleo y empresas, abrir nuevos mercados o desarrollar proyectos innovadores que contribuyan a construir un mundo mucho más sostenible, justo y eficiente.
Valores como la excelencia, el compromiso, el servicio a la sociedad y este papel clave de las empresas como el gran motor de desarrollo de los territorios constituyen los pilares de estos premios que venimos apoyando año tras año y que ya cumplen 16 ediciones. Los mismos valores, por cierto, que forman parte de uno de los principales ejes de nuestra Fundación, el del impulso a la actividad emprendedora y la creación de empresas.
Un compromiso expreso con el tejido empresarial que se traduce en diferentes iniciativas como el evento de hoy y que se suma al resto de actividades sociales y culturales que desarrollamos a través de nuestra sede permanente en Huelva en favor del progreso de la provincia en todos los órdenes.
En este sentido, aprovecho la ocasión para destacar la fructífera colaboración que mantenemos con las principales instituciones y entidades de la ciudad y de la provincia, uno de los territorios andaluces más estrechamente vinculado con la Fundación Cajasol desde sus orígenes.
Ya para finalizar estas palabras sólo me resta reiterar mi enhorabuena a estas empresas líderes que representan a los sectores más competitivos de Huelva, desde la industria a la agroalimentación. Sus éxitos y su capacidad de adaptación son el mejor ejemplo de todo lo bueno que hacemos y de todo lo bueno que podemos seguir haciendo en el futuro.
Mucho ánimo, y suerte para todos en estos tiempos difíciles.