Quiero comenzar dando la bienvenida a las personas que me acompañan en esta inauguración.
En primer lugar, al director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, del que me consta que es un gran admirador de Cortázar, y a quien aprovecho para felicitar, ya que, como saben, ha sido nombrado hace apenas un par de meses para estar al frente del instituto.
En segundo lugar, quiero felicitar también a la persona que se ha encargado de imaginar y de ensamblar esta magnífica exposición, Claudio Pérez Mínguez, director del Centro de Arte Moderno de Madrid y promotor del Museo del Escritor, así como a la coordinadora de la muestra, Claudia Capel, que nos darán más detalles del montaje.
Y por último, pero no en último lugar, me gustaría saludar también muy afectuosamente a Dolly Onetti, quien fue esposa de ese otro gran escritor como fue Juan Carlos Onetti, que nos ofrecerá la lectura de un texto al término de esta presentación.
Yo tengo que decirles que hoy es un día muy especial para la Fundación Cajasol.
Unos meses después de poder acoger en esta misma sala Murillo la espléndida exposición ‘El infinito Borges’, que organizamos también en colaboración con el Museo del Escritor, hoy abrimos las puertas a la que es seguramente la muestra más ambiciosa que se ha realizado en torno a otro inmortal autor como es Julio Cortázar.
Y lo hacemos además en un día muy significativo, como es el Día Mundial de la Poesía, un acontecimiento al que la Fundación Cajasol se suma como siempre con entusiasmo, dentro de nuestro compromiso con la difusión de la cultura y el arte, y de manera muy particular con la literatura y con el fomento de la lectura entre las nuevas generaciones.
Un propósito que inspira muchas de las iniciativas y actividades culturales que llevamos a cabo en la Fundación Cajasol, más de 3.000 a lo largo de todo el año.
Esta exposición se presenta en primicia en nuestra ciudad y con ella queremos ofrecer a los sevillanos y a todos los que nos visitan una nueva oportunidad para conectar con la figura y la obra del autor de Rayuela.
Porque es verdad que al recorrer esta muestra es posible sentir de manera intensa la presencia del escritor:
Está en las primeras ediciones de todas sus obras, así como de las traducciones y libros en los que colaboró.
También en el testimonio fotográfico en el que podemos seguir su vida desde sus primeros años hasta sus últimas vacaciones en España.
Podemos igualmente profundizar en su compromiso político, en sus relaciones personales, en sus costumbres.
Y todo ello con una selección de objetos personales y cotidianos que completan ese ‘universo Cortázar’, un universo que, cumplido ya el centenario de su nacimiento, continúa despertando un enorme interés y fascinación.
Antes de finalizar, quisiera recordarles también, aunque ahora les darán más detalles, dos actividades paralelas a esta exposición:
En primer lugar, la labor que van a hacer durante esta mañana los Cronopios, que para celebrar el día de la Poesía van a repartir en la calle textos poéticos e imágenes de estos singulares personajes creados por nuestro autor. Y también quisiera invitarles esta tarde a la visita guiada y la posterior mesa redonda en la que seguiremos explorando la vida y la obra de Cortázar.
Les deseo que disfruten de la exposición y que la visita les inspire a volver a leer a Cortázar, a regresar en definitiva a ese universo que, siendo tan personal, es a la vez ya tan nuestro.
Muchas gracias.