Afortunadamente, este otoño hay una vasta oferta cultural en Andalucía, pero algo me dice que esta cita pictórica va a ser una de las grandes noticias de la temporada artística en Andalucía y probablemente también en España.
Poder contemplar la obra ya legendaria de Juan Gris y otros grandes del cubismo –españoles y no españoles, más conocidos y menos conocidos del gran público– es un privilegio que pocas veces habrá estado tan a la mano de los andaluces, aunque desde hace años también tienen a su alcance las estupendas piezas expuestas de modo permanente en el Museo Picasso de Málaga.
Y si además el lugar de exhibición es la ciudad de Málaga, con su poderosa oferta artística, turística y gastronómica, pues miel sobre hojuelas. Atrás queda como cosa del pasado la antigua pugna ya felizmente superada entre Málaga y Sevilla, pues hoy todos sabemos bien que ambas son Andalucía y que lo que es bueno para una u otra es bueno para toda Andalucía. En Cajasol nacimos sevillanos, pero nos sentimos andaluces.
Apostar por la difusión del arte que tiene bien acreditado su reconocimiento internacional es parte de nuestra tarea social y cultural. Contribuir, como hacemos desde la Fundación Cajasol, a que recale en nuestra tierra el talento artístico en todas sus dimensiones les aseguro que es una hermosa ocupación. Nos vemos en Málaga. No se arrepentirán.