Lo hacemos, como es habitual, de la mano de expertos que nos acompañan en esta última cita de 2022 para hacer balance de la situación que vivimos desde hace ya dos años, y para chequear los importantes retos que nos aguardan en el nuevo año, tanto en el ámbito nacional como en el plano internacional.
Tenemos que dar nuevamente las gracias al diario por la oportunidad que nos brinda de realizar estos debates a través de los diferentes foros presenciales y de este online que venimos organizando conjuntamente en los últimos años.
Creo que una coyuntura como la que vivimos exige diálogo, rigor, seriedad en los diagnósticos y en las propuestas, además de una toma constante del pulso de la situación. Unas garantías que se cumplen holgadamente en un encuentro como este y que avalan su utilidad e interés informativo.
El final del año siempre es un buen momento para perfilar el horizonte y el que tenemos por delante se presenta como uno de los más complejos que recordamos. Sin duda, asistimos a un momento clave para Europa, para España y para el mundo.
Con un próximo año marcado por el dilema de la desaceleración, que pronostican los más optimistas, y de la recesión económica que apuntan las peores previsiones económicas. Ha sido muy interesante conocer de qué lado están los analistas, de qué lado se han decantado los ponentes.
Aprovecho la ocasión para desearles a todos felices fiestas y un gran año, a pesar de las incertidumbres que hemos visto en este encuentro.