Para la Fundación Cajasol es un gran placer acoger en nuestra sede de Huelva la exposición ‘Regina Roris‘, que toca uno de los aspectos fundamentales de la identidad de nuestra tierra, seguramente la manifestación cultural y religiosa que le ha dado a nuestra provincia mayor renombre internacional. Abordar en Huelva la devoción a la Virgen del Rocío y su representación en las hermandades de la ciudad es hacerlo por tanto en casa y de puertas adentro, por más que este sentimiento sea ya de ámbito universal como lo es la propia espiritualidad del ser humano.
La muestra que hemos abierto hoy y que tendrán la oportunidad de visitar hasta el 20 de noviembre recoge el patrimonio artístico de distintas hermandades, como respiraderos, techos de palio o coronas, pero tiene como epicentro y como protagonista la imagen de la Virgen del Rocío que preside el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva, que celebra de esta forma su 75 aniversario.
Con tal motivo, se mostrarán enseres de incalculable valor pertenecientes a las hermandades de la Cinta, Borriquita, Sagrada Cena o Redención, así como las rocieras de Emigrantes y Huelva.
Entre todos estos tesoros, sobresale por su singularidad, la presencia del techo de palio de la Virgen de la Paz de Moguer, único en la provincia que sostiene a la Virgen del Rocío. También contaremos con piezas inéditas, como la antigua gloria del techo de palio de la Hermandad de las Tres Caídas, recién restaurada.
Esta exposición excepcional que tenemos la oportunidad de ofrecer a los onubenses forma parte y se suma al gran proyecto de homenaje a la Blanca Paloma en el que estamos participando en este año jubilar. Como saben, hace pocos días abrimos en Sevilla, de la mano de la Hermandad Matriz de Almonte, una Magna Exposición que recoge la esencia y la historia de una de las manifestaciones populares más extraordinarias que existen en nuestra tierra.
Después de dos años sin romerías multitudinarias en honor a la virgen, este completo programa cultural es el mejor homenaje que podemos hacerle a esta talla que encarna la cumbre de la devoción mariana de Andalucía y una de sus señas de identidad más universalmente reconocidas.
El proyecto, además, abre nuevos y profundos vínculos que estrechan los lazos históricos y afectivos entre Sevilla y Huelva, un nexo que es también territorial y que como saben está grabado en el corazón mismo de la Fundación Cajasol.
En estos momentos de incertidumbre y en medio de esta crisis que sufrimos a causa de la pandemia, un año jubilar nos anima a la esperanza, a la fe y a la celebración de todas las tradiciones que nos hermanan y nos ayudan a encarar el futuro con optimismo.
Con este último mensaje de aliento y de confianza quiero terminar estas palabras, no sin antes dar las gracias a la Hermandad del Rocío de Huelva por ofrecernos la oportunidad de formar parte de esta celebración tan especial.