La Fundación Cajasol va a tener el honor de hacerse cargo de la gestión de los contenidos de este espacio, diseñado como puente de unión y diálogo con América.
Un lugar y una ciudad que recuperan aquel espíritu del Descubrimiento y se postulan como centro para el reencuentro cultural de las dos orillas, un centro en el que tendrán cabida todas las manifestaciones culturales posibles, como lo artístico, lo literario, lo musical o lo histórico.
Con esta rehabilitación de la Reales Atarazanas que arranca ahora vamos a recuperar, por tanto, no solo un bien patrimonial de primer orden para Sevilla, sino que rescatamos también y le damos una nueva vida a la memoria y a los lazos culturales que nos conectan históricamente con los pueblos del otro lado del Atlántico.
Se trata, en definitiva, de un concepto de universalidad que ya desplegamos durante la Expo 92 y que ha inspirado a Sevilla y Andalucía a lo largo de su historia.
Este primer paso que hemos dado hoy terminará en pocos meses con la puesta en marcha definitiva de uno de los motores económicos y culturales de la Sevilla del futuro, una herramienta estratégica para apuntalar la actual fase de reactivación y dejar atrás las secuelas socioeconómicas de la pandemia en nuestra tierra.