Confieso que en estos tiempos extraños y de emergencia social que nos ha tocado vivir es todo un reto liderar una institución cuya misión es la de ser útil y atender las necesidades cada vez más apremiantes de la sociedad andaluza.
Hay muchos frentes que atacar y los recursos son limitados, pero es evidente que tenemos la obligación moral de volcarnos con los segmentos más desfavorecidos porque son siempre el eslabón más débil, los más castigados por las crisis.
Por eso le damos tanto valor al acuerdo que acabamos de firmar con el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, para promover el desarrollo socioeconómico y cultural del Polígono Sur, uno de los barrios más empobrecidos de Sevilla y de Andalucía.
No es ningún secreto que la ciudad siempre ha vivido de espaldas a la dura realidad de este territorio, así que es una gran satisfacción personal poder trabajar por la integración y la transformación del Polígono Sur.
Para ello, en los próximos tres años vamos a impulsar actividades sociales, educativas, culturales y económicas dirigidas especialmente a la población que se encuentra en mayor riesgo de exclusión. La primera de las iniciativas de este convenio es la entrega de mascarillas para las Escuelas de Verano del barrio, confeccionadas por la Fundación Don Bosco.
En nuestra vocación de servicio, la prioridad es siempre buscar alianzas con otras entidades con las que compartamos objetivos con la meta de sacar el máximo partido a nuestros fondos, una política de colaboración que hay que reforzar en el actual contexto.
En esta ocasión nuestra contribución a la igualdad de oportunidades en esta zona tan precaria de Sevilla la vamos a hacer de la mano del Comisionado para el Polígono Sur y la Consejería de la Presidencia de la Junta, todo un ejemplo de la nueva etapa en la colaboración público-privada que vengo defendiendo para plantarle cara a los efectos de la pandemia.
En definitiva, es hora de sumar y redoblar esfuerzos para proteger a los más vulnerables y procurarles mecanismos de integración socioeconómica. No se me ocurre una bandera más urgente y necesaria en estos momentos.