Gracias a todas ellas, gracias al dinamismo de la iniciativa privada y al impulso de la pública, Andalucía sobresale en estos momentos como una de las economías más pujantes del contexto nacional. Lo acabamos de ver en el brillante cierre del último año económico, con un avance andaluz superior al 3% por encima de la media española, o en el definitivo despegue del sector del hidrógeno renovable en nuestro territorio.
Buenos datos macroeconómicos y de empleo, grandes proyectos sostenibles y de futuro que van a revolucionar nuestra economía y, en el lado micro de la balanza, estas empresas y entidades innovadoras cuyas trayectorias hemos distinguido hoy en la Fundación Cajasol. Felicidades a todas ellas por su esfuerzo, su talento y su éxito. Destacan con nombres y apellidos y son el mejor ejemplo de una coyuntura muy positiva para Andalucía que tenemos que saber valorar y aprovechar.
Nos quedan muchas debilidades sociales y económicas que superar, no cabe duda, y no dejan de aparecer incertidumbres en el horizonte, sobre todo en la esfera internacional. Por eso necesitamos hacer un alto en el camino y aplaudir a nuestros emprendedores y a nuestras empresarias y empresarios más relevantes, los que empiezan en los negocios y los que lideran sus sectores desde hace muchos años.
Tenemos que conseguir que su trabajo sea más visible, que se sientan suficientemente motivados, reconocidos y respaldados por el conjunto de la sociedad en una labor tan compleja como es competir en los mercados en estos momentos.
Nuestra institución, que como saben tiene entre sus compromisos el impulso del tejido productivo en Andalucía, siempre está abierta para acoger este tipo de homenajes y dispuesta a colaborar en las iniciativas que los promueven, como es el caso de esta entrega de galardones.