Hoy hemos celebrado los VI Premios Solidaridad del sindicato UGT en Sevilla, que acogemos con mucho gusto en la Fundación Cajasol.
En las entregas de premios solemos decir, porque es la realidad, que los galardones sirven para motivar y avanzar en los desafíos pendientes. Contribuyen, y mucho, a concienciar, a visualizar y a reconocer públicamente cualquier causa que nos ayude a construir una sociedad mejor y más justa.
En estos momentos, premiar la solidaridad o trabajar activamente por ella, como lo hacen históricamente las organizaciones sindicales, es, sin duda, uno de los compromisos más nobles e importantes en los que podemos implicarnos en la esfera personal o institucional.
Nuestros nueve premiados de esta tarde han destacado en ello en diferentes ámbitos de actuación y deben servir de referencia y de camino a seguir. Por eso nos hemos reunido para reconocerlos. Aprovecho estas líneas para reiterar mis felicitaciones y mi agradecimiento por su labor, ejemplo y esfuerzo. Y para dar mi enhorabuena también a UGT de Sevilla por promover estas distinciones que nos recuerdan los verdaderos pilares solidarios de la convivencia, de la democracia y de la justicia.
Para nuestra entidad, que trabaja desde la cooperación con otras entidades y dedica una de sus divisiones operativas a la integración social y a la igualdad de oportunidades, representa un honor acoger este acto que rinde homenaje a los frutos concretos de la solidaridad. Un honor contribuir, una vez más, a impulsar este valor fundamental que encontramos en el origen de los sindicatos y que sigue impulsando la lucha por los derechos laborales.