La sede de la Fundación Cajasol en Sevilla ha acogido este lunes 14 de diciembre el acto de entrega de los VII Premios de la Revista Andalucía Inmobiliaria, que ha estado presidido por Rosa Hafner, directora editora de Ai, y presentada por Iñigo Galán, CEO de Inerzia Asesores Inmobiliarios y miembro del Consejo Asesor de la publicación.
Es un placer para nuestra institución poder colaborar con un sector tan vital para nuestra economía acogiendo esta entrega de los premios anuales de la revista Andalucía Inmobiliaria, que cumplen su séptima edición.
Aprovecho estas líneas para reiterar mis felicitaciones, en primer lugar, a la propia publicación, que cumple 21 años de servicio a estas empresas, y también por supuesto a todos los galardonados. Personas, sociedades e instituciones a las que hoy hemos rendido homenaje y que también han contribuido, cada uno desde su responsabilidad, a construir un tejido productivo propio y fuerte que sostiene buena parte de la actividad andaluza a pesar de las crisis de ciclo que ha ido superando.
En este momento de crisis sin precedentes a causa de la pandemia, la solidez del sector inmobiliario y constructor andaluz vuelve a someterse a examen. Confío en que el ajuste duro de la última crisis que sufrimos ayudará a resistir la actual coyuntura marcada por la total incertidumbre, especialmente dura para el segmento del sector que trabaja en la costa y la segunda residencia.
El anuncio de la vacuna nos permite descartar los peores horizontes económicos y esperar la ansiada recuperación y normalidad a partir de la próxima primavera, como apuntan la mayoría de analistas. Además, como sabemos, y también el terreno de las buenas noticias, nuestra comunidad está ultimando una nueva ley del suelo que, según sus objetivos, debe agilizar trámites y dinamizar el sector.
Sin embargo, la depresión está siendo tan profunda y los cambios de esta nueva era económica verde y digital en la que entramos son tan mayúsculos, que tenemos que prepararnos para una total transformación de todos los sectores.
Para ello, vamos a necesitar nuestra mejor capacidad de adaptación e innovación, pero las empresas que lideran el sector y que han estado hoy presentes, algunas de ellas distinguidas con un merecido premio, ya han demostrado estos talentos en el pasado.
Para finalizar, me gustaría aprovechar estas breves palabras para trasladar un mensaje de aliento y confianza al conjunto del empresariado andaluz, que debe hacer frente a una de las mayores recesiones de nuestra historia. De su resistencia y competitividad depende que nuestra economía salga de este desafío histórico con el menor coste posible en términos de empleo y riqueza.