Hoy hemos celebrado en la Fundación Cajasol la inauguración de la Magna Exposición Jubilar Rocío, una convocatoria tan especial que, como saben, estamos impulsando de la mano de la Hermandad Matriz de Almonte, a la que tenemos que agradecer que nos haya acompañado en esta inauguración y que, sobre todo, nos haya dado la oportunidad de reunir en nuestra casa la esencia y la historia de una de las manifestaciones de religiosidad popular más extraordinarias que existen.
Para la Fundación Cajasol representa un gran honor poder convertirse en la sede principal de esta Magna Exposición Jubilar Rocío con la que vamos a celebrar en Sevilla y por todo lo alto este segundo año jubilar y el centenario de la coronación de la Virgen del Rocío.
Después de dos años sin romerías multitudinarias en honor a la Blanca Paloma, es el mejor homenaje que podemos hacerle a esta talla que encarna la cumbre de la devoción mariana de nuestra tierra y una de sus señas de identidad más universalmente reconocidas.
Formamos parte, por tanto, como escenario principal de esta conmemoración, de un proyecto cultural sin precedentes y que constituye sin duda uno de los hitos más relevantes de nuestra programación de este año.
Esta exposición, además, abre nuevos y profundos vínculos que estrechan los lazos históricos y afectivos entre Sevilla y la Virgen del Rocío, entre Sevilla y Huelva. Un nexo que es también territorial y que como saben está grabado en el mismo ADN de la Fundación Cajasol.
La Hermandad Matriz y la de Sevilla han reunido para su exposición pública verdaderas joyas que pertenecen al conjunto de hermandades que articulan este fervor popular. Y el resultado es una muestra excepcional que incluye enseres de incalculable valor, además de una exhaustiva investigación histórica que nos ayuda a desmontar los tópicos que todavía pesan sobre algunos aspectos de esta impresionante manifestación de fe.
En paralelo, también está previsto un ciclo de conferencias y mesas redondas que servirán para llevar la celebración también a los barrios de la ciudad más vinculados con el Rocío, como El Cerro del Aguila, La Macarena o Triana.
En conjunto, se trata de un completo programa cuyo epicentro es una gran exposición histórico-artística sobre la historia, la cultura, la tradición y la devoción a la Virgen del Rocío. En estos momentos de incertidumbre y en medio de esta crisis que sufrimos a causa de la pandemia, un año jubilar nos anima a la esperanza, a la fe y a la celebración de todas las tradiciones que nos hermanan.
Con este último mensaje de aliento y de confianza en la recuperación y la reactivación plena de todas las facetas de nuestra vida quiero terminar estas líneas.
Disfruten esta magna exposición.