Afortunadamente, en el Club de Directivos del Instituto de Estudios Cajasol contamos con una nómina más que notable de directivos y empresarios que han pasado por esta tribuna. En este mismo año, sin ir más lejos y todavía estamos en febrero, hemos contado con José Luis Manzanares, presidente de Ayesa y con Alejandro Blanco, presidente del COE.
En todos los casos, admito mi dificultad para condesar en unas pocas palabras las largas y fructíferas trayectorias profesionales de nuestros invitados. Pero hoy me van a permitir que les confiese que, con José Moro, las dificultades son aún mayores porque en su trayectoria profesional y empresarial es tal el cúmulo de elementos de innovación y cambio que elegir unos pocos a título de ejemplo resulta arriesgado.
Naturalmente que con decir que José Moro, presidente de Bodegas Moro y de Cepa21 ha sido el primer bodeguero elegido por la revista Forbes como uno de los cien empresarios más innovadores del mundo, ya daremos una pista de la excepcionalidad de su periplo profesional y vital.
Digo vital y creo que digo bien porque José Moro ha dedicado la vida a hacer buen vino, a internacionalizar su empresa y a incorporar a la misma un conjunto de innovaciones –desde el Internet de las Cosas, la tecnología satelital, el Big Data o la Inteligencia Artificial– que han convertido a su empresa familiar de la Ribera del Duero en un referente mundial.
El Observatorio de Empresas de Vodafone, compañía con la que ha desarrollado un proyecto pionero de transformación digital, lo cataloga como un ‘caso de éxito’ que produce vino en más de 200 hectáreas y exporta a 70 países de todo el mundo.
El hecho de ser una empresa familiar –José, nacido en Pesquera de Duero, y sus tres hermanos constituyen la tercera generación de una bodega fundada por su abuelo en 1932— aumenta el mérito de José Moro, que ha decidido plasmar su vasta e interesante experiencia en un reciente libro de un título tan sugerente –Si lo sabes escuchar, el vino te habla—.
Que una empresa familiar de un sector tan tradicional como es el vitivinícola consiga convertirse en un ejemplo de innovación, creatividad y adaptación a la era digital dice mucho de su fuerte personalidad y de su tesón en el trabajo bien hecho.
También dice mucho de él su sensibilidad social y el hecho de que tenga a gala que uno de los principios rectores de sus empresas sea, precisamente, la Responsabilidad Social, que se plasma en la Fundación Emilio Moro, con una importante actividad solidaria dentro y fuera de nuestra fronteras.
Si a ello le unimos su compromiso con la calidad medioambiental, la eficiencia energética, la seguridad alimentaria y su elevadísimo nivel de autoexigencia profesional y empresarial, comprenderán mis dificultades para condensar en unas líneas su andadura.
José, ha sido un honor tenerte entre nosotros y escucharte.