El año pasado, si recuerdan, ya tuvimos la ocasión de colaborar con el periódico en un encuentro en que analizamos los retos a los que se enfrenta la empresa almeriense.
Hoy nos hemos convocado para seguir profundizando en el conocimiento del tejido empresarial de la provincia, en sus desafíos y también en sus oportunidades, esta vez con un programa centrado en el punto de vista de los jóvenes emprendedores.
La verdad es que repasando los currículums y la trayectoria de los ponentes que van a participar en esta jornada es difícil no admirarse con la ambición, la capacidad, las buenas ideas y el empuje que han demostrado.
Cada uno desde su ámbito de actividad: la ciencia y la innovación aplicada al sector agrícola y a las últimas aplicaciones tecnológicas; la apuesta por la cultura en un espacio magnífico como este Teatro Cervantes; la actividad comercial; y por supuesto ese referente que representa para todos almerienses una empresa de reputación internacional como es Cosentino.
Detrás de estas historias de éxito, que sin duda lo son, hay mucha ilusión, mucho trabajo, muchos sacrificios y no pocas dificultades y sinsabores. Su ejemplo es sin duda un referente y un estímulo para otros muchos jóvenes que se animan a iniciar el camino de la empresa. Y eso está muy bien porque en España, en Andalucía y en Almería necesitamos más empresas, y por tanto necesitamos más emprendedores.
Las señales en los últimos años son positivas, pero también son todavía claramente insuficientes. Les daré un dato: durante el año pasado se crearon en nuestro país más de 100.000 empresas. Es la mayor cifra alcanzada desde que estalló la crisis y con un crecimiento bastante notable, de casi el 7% con respecto al año anterior.
Estas cifras, como les decía, no deben llevarnos en ningún caso a la autocomplacencia, sino en todo caso animarnos a seguir trabajando para contar con un entorno educativo, institucional, fiscal, económico y también social que sea propicio y atractivo para nuestros emprendedores.
Es verdad que eso que se suele llamar ‘espíritu emprendedor’ está calando de manera progresiva en el discurso económico, pero la realidad nos demuestra que todavía estamos muy lejos lograr que la cultura emprendedora impregne al conjunto de la sociedad, especialmente entre los más jóvenes. Algo muy importante y no sólo para la economía sino también para nuestro futuro colectivo como sociedad.
Se habla mucho, y con razón, de las dificultades de financiación con las que se topan los nuevos proyectos empresariales. También necesitamos trabajar más a fondo para eliminar todas esas trabas burocráticas que ponen obstáculos innecesarios en el camino de las nuevas empresas. Y, de la misma manera, debemos generar un sistema inteligente de incentivos que impulse la investigación y la innovación en el tejido productivo.
Todas estas son indudablemente cuestiones de gran relevancia, pero si queremos tener éxito en esta misión seguramente lo más importante es empezar por el principio, es decir, por inculcar esa cultura emprendedora en el ámbito de la educación y en nuestro sistema universitario.
Y también es necesario, de alguna manera, revisar nuestras propias actitudes y valores como sociedad. Porque, lamentablemente, existe una cultura muy extendida que no reconoce ni recompensa suficientemente las iniciativas empresariales, ni ensalza a los emprendedores que triunfan, como modelos que crean empleo y riqueza.
En todos estos objetivos la Fundación Cajasol se siente profundamente comprometida. Por eso el fomento del emprendimiento, el impulso del talento y la formación de excelencia se han consolidado de manera muy clara durante los últimos años como una de las apuestas más potentes de la entidad que presido, junto con las otras dos grandes líneas de trabajo que desarrollamos, que son, como saben, la acción social y acción cultural.
Y al mismo tiempo, también procuramos estamos siempre atentos y tratamos de colaborar con todas esas iniciativas interesantes que parten desde las instituciones, las organizaciones empresariales, las universidades, las asociaciones y por supuesto los medios de comunicación, como es el caso de estas jornadas organizadas por La Voz de Almería y la Cadena SER.
En nuestra escuela de negocios, el Instituto de Estudios Cajasol, llevamos ya casi 30 años trabajando en este campo, ofreciendo másteres, cursos de posgrado y toda una serie de programas formativos dirigidos a jóvenes universitarios y también a profesionales ya en activo.
Queremos también poner nuestro granito de arena para dar ese primer impulso que toda nueva iniciativa empresarial necesita. Precisamente esta semana hemos presentado aquí en Almería una de las iniciativas de las que nos sentimos más orgullosos y que mejores resultados está dando, como es el programa de formación, asesoramiento, alojamiento empresarial y concesión de microcréditos ‘100 caminos al éxito’, que llevamos a cabo en colaboración con la Fundación Andalucía Emprende.
Vamos ya por la cuarta edición de este programa, que hasta la fecha ha permitido impulsar más de 200 nuevos proyectos empresariales en toda Andalucía (213 para ser exactos), con una financiación global de casi medio millón de euros. Son iniciativas verdaderamente interesantes que les invito a conocer, de todos los sectores de actividad: bastantes del sector tecnológico pero también en el campo del turismo, el desarrollo rural o la artesanía.
Lo que buscamos son proyectos imaginativos, ambiciosos, innovadores en un sentido amplio, y lógicamente con potencial para crear empleo y generar valor añadido allí donde se desarrollan.
Amigos y amigas,
Os decía al inicio de estas palabras que España, Andalucía y Almería necesitan más y mejores empresas. Empresas de mayor tamaño, más sólidas, con más capacidad para competir en los mercados internacionales.
Yo estoy convencido de que la provincia de Almería y su tejido productivo cuentan con un indudable potencial para ser, para seguir siendo, un actor de primer nivel en nuestro desarrollo económico. Los jóvenes empresarios que intervendrán a continuación son un buen ejemplo de ello.
En la Fundación Cajasol queremos estar ahí, cada vez más presentes en Almería y profundizando en el trabajo en común con la sociedad civil, con las instituciones y también con el tejido empresarial, en todos los proyectos que sean buenos para Almería y para los almerienses.
Muchas gracias