Teniente de Alcalde de Sevilla,
Directora de Eldiario.es Andalucía,
Amigos y amigas,
Es como siempre un placer darles la bienvenida a la Fundación Cajasol, a esta jornada que organizamos en colaboración con eldiario.es Andalucía, y que nos da la oportunidad de poner el primer granito de arena a todas las iniciativas que se van a celebrar en Sevilla en los próximos meses con motivo de este 25 aniversario de la Exposición Universal de 1992, y de las que la Fundación Cajasol será principal colaborador de la mano del Ayuntamiento de Sevilla.
Quiero comenzar felicitando a eldiario.es y a su directora por tener la iniciativa de celebrar este encuentro y por su compromiso diario por reflejar, con una visión plural, abierta y moderna, la realidad de Andalucía y de los andaluces.
Durante estos días están realizando un esfuerzo informativo verdaderamente destacado para recuperar y poner a disposición de los nuevos lectores lo más destacado de la memoria y el legado de lo que fue la Expo 92.
Es una labor importante, porque a través de los nuevos medios de comunicación digitales como este las nuevas generaciones de sevillanos y andaluces pueden conectar y conocer mejor un tiempo y una época trascendentales de nuestra historia reciente, sin la que no podría entenderse la ciudad y el país en los que viven en la actualidad.
Comprender, en definitiva, todo lo que esos años alrededor de 1992 significaron para Sevilla y para España en su conjunto. El enorme impacto que representó en las infraestructuras, en el transporte, en la innovación, en el turismo, en la cultura, en la proyección exterior e incluso en la manera de vernos a nosotros mismos.
Fueron sin duda años cruciales para Sevilla y para Andalucía. Años en los que mientras caía el muro de Berlín la ciudad tiraba también sus propios muros, se abría al mundo y se redescubría a sí misma, dando ejemplo de un potencial y una capacidad de transformación que seguramente muchos desconocían y otros simplemente no querían ver.
Por eso soy consciente de que al celebrar este 25 aniversario es de alguna manera inevitable una cierta nostalgia, porque todos tenemos recuerdos maravillosos de unos meses que vivimos muy intensamente la Expo 92, la disfrutamos y nos hizo sentir profundamente orgullosos.
En cuestión de meses, la ciudad pasó del escepticismo al entusiasmo y se volcó con la muestra como no se ha visto desde entonces en ningún evento del mismo tipo. Los sevillanos fueron los visitantes más fieles de la Expo y sus mejores embajadores.
Dicho lo cual, creo que quedarnos solamente en el recuerdo nostálgico sería de alguna manera traicionar el verdadero legado de lo que significó aquel acontecimiento.
Por eso pienso que es todo un acierto el planteamiento con el que se ha convocado este encuentro. Una jornada que nos invita a recordar el pasado, pero sobre todo a imaginar el futuro.
Tanto el título como la elección de los ponentes son toda una declaración de intenciones muy bien enfocada, con una mesa de debate centrada en la innovación, en la investigación, en la Sevilla y la Andalucía que queremos para los próximos 25 años.
Quiero, por supuesto, agradecer la presencia de los invitados e invitadas de hoy: a las representantes de dos destacadas empresas del ámbito de la tecnología como son Telefónica o Lenovo; a una investigadora de altísimo nivel como Ana Belén Hungría; y a una figura con la perspectiva histórica de Emilio Cassinello, protagonista de primera fila de aquellos años apasionantes en su condición de comisario de la muestra.
El enfoque de esta jornada, les decía, es indudablemente acertado y además sintoniza muy bien con la misión y el trabajo que desarrollamos en la Fundación Cajasol, en los que junto a la acción social y la cultura, ocupa un lugar cada vez más importante el impulso de la innovación, el fomento del talento, de la formación y del emprendimiento.
Pensemos que la Expo 92 fue un verdadero escaparate mundial de los últimos avances tecnológicos: las pantallas táctiles, los primeros teléfonos móviles, la alta definición o los nuevos sistemas de refrigeración mediante agua micronizada, prodigios que nos asombraron hace un cuarto de siglo y que no podíamos adivinar que se iban a incorporar de forma tan cotidiana a nuestras vidas.
Hoy, en un momento en el que capitales como Sevilla apuestan cada vez más fuerte por la innovación, por avanzar en ese nuevo concepto de ciudad que son las Smart Cities, se trata, como, como ocurrió con la Expo 92, de tomar inspiración en el ayer para inventar el mañana. De mirar hacia atrás, de hacer balance del camino recorrido, pero sin perder de vista nuestro objetivo, que es abrir nuevas sendas de modernidad y de progreso para Sevilla y Andalucía.
En esta tarea, como siempre amigos y amigas, podréis contar con la Fundación Cajasol.
Muchas gracias.