Quiero comenzar dando la gracias a la Escuela de Gastronomía y Hostelería por acoger este foro. Y también por el magnífico trabajo que realizan cada día para formar a más y mejores profesionales del sector turístico.
Los chicos y chicas que pasan por esta escuela son un ejemplo de esfuerzo, de talento y, sobre todo, más allá del camino profesional que cada uno elija, son un ejemplo de espíritu emprendedor, algo que valoramos mucho y que trabajamos mucho por promover desde el Instituto de Estudios Cajasol, tanto en Andalucía como aquí en Castilla-La Mancha.
Así que es muy oportuno que celebremos en Toledo esta jornada sobre inteligencia turística, la segunda después de la que organizamos en 2016 y que tuvo tan buena respuesta por parte del sector.
Para la Fundación Cajasol es una satisfacción volver a colaborar con Next y con Manuel Campo Vidal en esta y otras iniciativas que ambas entidades desarrollamos conjuntamente a lo largo del año.
Decía que han pasado solo dos años desde aquella primera jornada y, sin embargo, en este tiempo ya hemos visto cambios importantes en el sector del turismo.
Se han consolidado algunas de las tendencias que analizamos en aquella ocasión, y también han surgido nuevos fenómenos, nuevas oportunidades y también nuevas herramientas tecnológicas aplicables al negocio turístico, como es el blockchain o la inteligencia artificial, de las que hablan los ponentes y los expertos que nos acompañan hoy.
Ya saben el dicho: lo que no se conoce no se puede cambiar. Lo que no se conoce no se puede mejorar.
Y esto que es una verdad aplicable a todos los órdenes de la vida, se vuelve un principio básico cuando se trata de un sector estratégico para nuestra economía como es el turismo.
Y eso es lo que nos aporta la inteligencia turística: un enorme volumen de información y de datos que nos permiten conocer a dónde va el turista, cómo decide sus viajes, cómo gasta e incluso qué es lo que más y menos le gusta de la experiencia que les ofrecemos.
La inteligencia no está naturalmente en la mera acumulación de toda esa ingente información, el llamado big data, sino sobre todo en nuestra capacidad para interpretar esos datos, para combinarlos, para extraer conclusiones y, con ellas en la mano, tomar las mejores decisiones empresariales.
Las posibilidades que nos ofrece esta revolución tecnológica son enormes y están a disposición tanto de las grandes compañías turísticas y grandes destinos de viajeros, como del pequeño emprendedor o emprendedora.
Esa persona que está pensando en iniciar un proyecto de negocio, que puede ser una pequeña casa rural, un servicio de guías turísticos en su ciudad o una aplicación móvil dirigida a un segmento concreto de turistas.
Por tanto, nunca como hasta ahora hemos tenido acceso a tanta información para emprender, para crecer, para identificar nuevos espacios de oportunidad y para ofrecer una experiencia personalizada y única a quienes nos visitan.
Y al mismo tiempo, ese uso inteligente de los datos, además de favorecer una gestión más eficiente y más rentable de la oferta turística, nos da también la oportunidad de hacerlo de una manera más sostenible y equilibrada, lo cual también es muy importante y le prestamos mucha atención en el Instituto de Estudios Cajasol.
Nuestra misión, que compartimos con la escuela de negocios Next, es formar a los profesionales y emprendedores del futuro. Ofreciéndoles los mejores conocimientos, las herramientas más actualizadas y también trasladando la importancia del papel del emprendedor como agente transformador de la sociedad.
Y su responsabilidad en gestionar de manera sostenible los recursos de que disponemos y el entorno natural y social en el que se desarrolla la actividad económica.
Que lo que se aprenda hoy sirva para que el sector turístico de Toledo y de Castilla-La Mancha continúe desarrollándose, creciendo, mejorando y ofreciendo como siempre una experiencia excelente a todos los que tenemos la suerte de poder visitar esta tierra.