Una vez más, he tenido el honor de clausurar oficialmente el curso, marcado por el éxito académico de más de 100 egresados y el gran ambiente de equipo. Durante mi intervención, respondí directamente a las principales dudas de los jóvenes que, tras superar los programas, realizarán prácticas en empresas de la mano del Instituto, lo que les permitirá incorporarse al mercado laboral.
El evento contó con la participación de Guadalupe Fernández, comisaria del Espacio Exploraterra – Museo Nao Victoria, quien ofreció una charla sobre la primera vuelta al mundo, gestada e iniciada en Sevilla. La comisaria mostró los paralelismos entre las cualidades de los navegantes de esta gran hazaña marítima, iniciada por Magallanes y finalizada por Elcano, y los requerimientos necesarios en el profesional actual.
Las principales incertidumbres presentadas por los alumnos giraron en torno a la nueva etapa que estos jóvenes inician. Me pidieron consejo sobre cómo enfrentarse al futuro laboral, las tendencias del mercado, o las hard y soft skills más valoradas en la actualidad.
Les expliqué que lo único que me diferencia de ellos es la experiencia. Hoy día, el conocimiento pierde valor en el mundo del trabajo por dos motivos: es muy accesible gracias a la tecnología, y además es cambiante. Por esto, les insté a reforzar su adaptabilidad y adquisición constante de conocimientos, ya que el mundo está cambiando a tanta velocidad que tenemos que tener una gran capacidad de adaptación.
Además de aptitud, es necesario hoy más que nunca actitud, así como entrega, empatía, trabajo en equipo, y saber resolver problemas. El conocimiento acota el riesgo, pero no lo anula. En este sentido, aludí a las características de los navegantes citados en la historia de la vuelta al mundo, como valentía, arrojo, fuerza y perseverancia. Son actitudes buscadas hoy también en el ámbito del trabajo.
Quise también trasladar a estos jóvenes positivismo ante innovaciones como la IA, que en mi opinión, al igual que pudo suceder en la revolución industrial, destruirá y creará puestos de trabajo, aunque no se sabe aún si el saldo será positivo o negativo.
Para finalizar, felicité también a las familias de los alumnos, reconociendo que todo el esfuerzo ha valido la pena. Tienen el apoyo del Instituto de Estudios Cajasol y de la Fundación, así como de todo el claustro.