La continuidad de este ambicioso encuentro -una apuesta que arrancó hace tres años en plena crisis del coronavirus y que tenemos que agradecer al diario de Pedro J. Ramírez – nos permite comprobar cómo va respondiendo Andalucía a la coyuntura actual. Y tenemos que celebrar que la economía andaluza esté experimentando un mayor crecimiento, en mayor medida que la nacional, gracias a nuestro músculo exportador y a la fortaleza de dos industrias estratégicas que vamos a tener ocasión de analizar en la cita que arranca hoy: la agroalimentaria y la turística y cultural.
La talla de los debates que vamos a compartir, con presencia de los máximos responsables, técnicos, empresariales y políticos de las principales instituciones y entidades de la comunidad, da una idea del alcance de un foro que examina al detalle todos nuestros sectores estratégicos. Un análisis exhaustivo que pretende poner en valor todos nuestros recursos, las armas y el ejército que posee Andalucía para continuar del despegue económico, si me permiten el símil bélico.
Ante desafíos tan mayúsculos y excepcionales como los que tenemos por delante hay mucho que poner en común y necesitamos grandes dosis de diálogo y de cooperación. Una apuesta con la que estamos firmemente comprometidos en la Fundación Cajasol y que concretamos abriendo espacios de reflexión como el que nos reúne esta semana.
Como vengo reiterando, estos buenos datos se consiguen desde la acción, la unidad y sabiendo que todos los sectores y empresas, todos los segmentos sociales, se involucran en este gran reto colectivo.
Para finalizar estas breves líneas, sólo me resta reiterar mi agradecimiento a El Español y a todas las entidades e instituciones que participan en este foro, un ejemplo de todo lo que puede hacerse cuando la iniciativa pública y la privada se dan la mano para abrir vías directas de diálogo y de cooperación.