Un orgullo en primer lugar porque con esta muestra la Fundación Cajasol da un paso más en su compromiso y su implicación con la conmemoración del año Murillo en nuestra ciudad.
Como tantas otras instituciones y entidades de Sevilla, estamos participando activamente en este acontecimiento. Queremos por un lado reivindicar y redescubrir a uno de nuestros artistas más universales. Y también, como siempre, queremos seguir contribuyendo a poner la cultura y el arte más cerca de los ciudadanos.
Para nosotros es muy especial, como comprenderán, acoger esta muestra precisamente en esta sala, que se ha convertido en uno de los espacios de referencia de la cultura de la ciudad. Desde el primer momento, cuando en 2014 decidimos abrir esta nueva sala de exposiciones, tuvimos claro que queríamos que llevara el nombre de Murillo.
La exposición que hoy les presentamos es, si la definimos, estrictamente, una exposición de fotografía. Pero cuando tengan la oportunidad de recorrerla y de contemplar los trabajos que se muestran al público, se darán cuenta de que es mucho más.
Porque lo que el magnífico trabajo de Laura León y José Antonio de Lamadrid nos propone es redescubrir la obra de Murillo con la perspectiva y las técnicas del siglo XXI.
Y también al revés: a través de las 12 piezas que se exponen en esta muestra se nos invita a asomarnos a la realidad actual con la mirada del pintor barroco, que supo reflejar con gran belleza y compromiso la sociedad de su época.
En esta ocasión, la fotografía toma el relevo del lienzo, cuatro siglos después, como vehículo para denunciar las injusticias, las desigualdades y la marginación.
Como si fuera la mirada de Murillo la que estuviese detrás del objetivo, como si fuera el pintor quien apretara el disparador de la cámara, en esta exposición se retratan algunos de los grandes temas de nuestro tiempo.
Y así, la María Magdalena de Murillo se convierte en el retrato real de una mujer víctima de la violencia machista. Y el cuadro de la Vieja con gallina nos recuerda en su nueva versión contemporánea una de las epidemias silenciosas de nuestro tiempo, como es la depresión.
Y junto a estos temas, están el drama de los desahucios, los desafíos de las nuevas generaciones, la inmigración, la homofobia o el empoderamiento de la mujer.
Esta exposición nos plantea así de alguna manera un encuentro entre dos mundos, entre dos épocas históricas diferentes, entre dos técnicas artísticas distintas, pero con un hilo conductor que es la mirada sensible y siempre tan humana de Murillo.
Estoy seguro de que la disfrutarán.
Aprovecho también para invitarles a todos ustedes a que conozcan y disfruten la amplia agenda de actividades culturales que tenemos preparada para las próximas fechas.
Aún no estamos en primavera, pero en la Fundación Cajasol nos sentimos ya contagiados por la llegada de una estación en la que nuestra obra social y cultural alcanza una especial intensidad. Mañana sábado arrancamos, como saben, con nuestro ciclo ‘Tramos de Cuaresma’, que estrenamos por estas fechas el año pasado, y que sirve de preámbulo a la Semana Santa que con tanta pasión y entusiasmo vivimos en la Fundación Cajasol.
Les esperamos.