Somos, como saben, una Fundación abierta a la sociedad y por eso tratamos siempre de ofrecer espacios de diálogo en los que analizar los grandes asuntos que afectan y que importan a Andalucía, contando para ello con distintas perspectivas y una pluralidad de puntos de vista.
Con este encuentro que celebramos hoy queremos dar un paso más y contribuir a propiciar el debate y el análisis sobre un asunto que está de plena actualidad, como es la reforma de la financiación autonómica.
Quiero agradecer en este sentido a todos los asistentes y participantes en esta jornada, y de manera especial a la consejera de Hacienda, por acompañarnos, más aún en un día de Pleno en el Parlamento, que siempre son un poco más complicados.
Y, naturalmente, a los ponentes, que son verdaderos expertos en la materia. Entre ellos, Francisco David Adame, Francisco Pérez y Santiago Lago, que forman parte del Comité de Expertos que ha realizado un primer diagnóstico y documento de propuestas para la reforma del sistema de financiación.
Gracias también al catedrático José Ignacio Castillo por contribuir a enriquecer este debate. Y, naturalmente, al director de Contenidos de la Cadena SER en Andalucía, Diego Suárez, que moderará la mesa redonda con la que cerraremos esta jornada.
El debate sobre la financiación autonómica es, como reza el título de esta jornada, un debate necesario. Pero, además, conforme va pasando el tiempo y los años sin que se acometa su reforma, se ha convertido también en un debate cada vez más inaplazable y urgente.
Porque la realidad es que con cada retraso se van agravando las carencias de recursos que tienen las comunidades autónomas, como Andalucía, para sostener los servicios públicos básicos para los ciudadanos: la sanidad, la educación o la atención social.
No olvidemos que, más allá del debate político y de la legítima disputa partidista, hablamos de un asunto trascendental para la vida de la gente.
Y es que de cómo se reparta el dinero con el que se sostiene el Estado del Bienestar dependerá que todas las personas puedan acceder a servicios de calidad, sin importar su capacidad económica o el lugar en el que vivan.
40 años después de la fecha emblemática del 4 de diciembre, y con otro aniversario icónico para la autonomía andaluza a las puertas, como es el 28F, el debate sobre el modelo territorial, sobre la igualdad y sobre la cohesión social es más pertinente y oportuno que nunca.
Se trata, en definitiva, de definir entre todos un nuevo modelo más sencillo y transparente. Con reglas más claras y más justas de reparto. Con un mayor nivel de autonomía y responsabilidad fiscal para los territorios. Y también más estable, para que no fluctúe tanto según estemos en tiempos de bonanza o de crisis. Un modelo, en suma, que pueda ser explicado a la gente y que la gente lo entienda y lo comparta.
Creo que Andalucía llega a este momento del debate con un trabajo importante ya hecho, a partir del grupo de trabajo constituido en el Parlamento que ha venido discutiendo sobre la reforma de la financiación autonómica y que en estos días debe redactar sus conclusiones.
Andalucía es la comunidad más poblada de España y por ello su voz tiene de partida un peso notable en el debate, pero sin duda contar con una posición común de todas las fuerzas parlamentarias puede hacer que esa voz suene con aún más fuerza y autoridad en el contexto nacional.