Con ella que queremos contribuir, a través de la formación, el asesoramiento y la concesión de microcréditos, a la creación de nuevas empresas y proyectos de negocio y, en definitiva, a la creación de más empleo y riqueza en nuestra tierra.
Como en otras ocasiones, hemos abierto un plazo para que se presenten las solicitudes de incorporación al programa, que concluirá el próximo 6 de mayo. Buscamos nuevas proyectos e ideas de negocio que aún no estén en funcionamiento y que tengan su espacio de desarrollo aquí en Andalucía.
De todas las solicitudes recibidas, un jurado especializado elegirá las cien más interesantes y viables, que se incorporarán a un plan de formación en el Instituto de Estudios Cajasol y también tendrán acceso a las acciones de asesoramiento de Andalucía Emprende.
Al finalizar el itinerario formativo, tendrán la opción de participar en rondas de financiación, de optar a un microcrédito al 0% concedido por la Fundación Cajasol o tener acceso a un alojamiento empresarial en alguna de las instalaciones de Andalucía Emprende.
Como siempre, ponemos en marcha esta iniciativa con muchísimas ganas y con mucho trabajo detrás, pero este año si cabe con una ilusión especial porque se trata de la quinta edición de estos ‘100 caminos al éxito’.
Cinco años dan ya para hacer un balance razonable y ajustado del trabajo realizado, y de lo que hemos ido avanzando y consiguiendo en este tiempo.
Con toda modestia, pero permítanme también un legítimo orgullo, tengo que decirles que estamos muy satisfechos.
Hace cinco años arrancamos este proyecto con mucha ilusión, con mucho compromiso pero también con la lógica incertidumbre de cómo saldría.
Cinco años después, nos hemos consolidado como una iniciativa de referencia en la creación de empresas y el fomento del espíritu emprendedor en Andalucía.
En las cuatro ediciones anteriores hemos contribuido a la puesta en marcha casi 300 proyectos de negocio en toda Andalucía. Desde 2014 hemos entregado también más de medio millón de euros en microcréditos a 147 de estos proyectos. En concreto, 583.000 euros destinados a dar ese primer empujón tan necesario para arrancar un negocio.
Satisfechos también por la respuesta de los emprendedores y las emprendedoras que han acudido a nosotros. Tenemos que agradecerles su confianza y que pongan en nuestras manos tanto entusiasmo, entrega y talento. Me gustaría destacar también la seriedad con la que afrontan la etapa de formación y su capacidad para responder con temple y con inteligencia cuando se han encontrado con dificultades.
Y, sin duda, estamos satisfechos por los resultados, por ver cómo muchos de esos proyectos, que cuando llegaron al programa ‘100 caminos al éxito’ eran apenas una idea incipiente o un simple sueño, toman cuerpo a lo largo de los meses y se consolidan como un negocio con mucho presente y con mucho futuro.
Si habéis podido hojear la nueva revista que hemos comenzado a editar en la Fundación Cajasol (si no, os animo a ello), o si os asomáis a la página web de ‘100 caminos al éxito’, podréis ver algunos ejemplos de esto que os hablo.
Ejemplos como el de Victoriano, el joven ingeniero informático que, con ayuda de este programa, ha puesto en marcha un buscador de moda en internet que está teniendo muy buena acogida del público.
O la historia de Eva, la joven pintora que ha canalizado su talento en la realización de murales que ahora llenan de arte y color las paredes de restaurantes, colegios y otros espacios públicos y privados.
Y junto a ellos hay emprendedores en el campo de las nuevas tecnologías, la agricultura, el diseño, el transporte, de sectores y actividades absolutamente diversas.
Porque en el programa ‘100 caminos al éxito’ no hay más límite que el de las buenas ideas y el del compromiso de trabajar y esforzarse por convertirlas en realidad.
En la Fundación Cajasol y Andalucía Emprende creemos en el emprendimiento entendido desde una perspectiva amplia: no solo para el emprendedor de alta formación, con conocimientos y capacidad para generar ideas innovadoras y disruptivas. Sino también para aquellas personas con escasos recursos a su alcance, con ideas de negocio sencillas, quizás un proyecto de autoempleo, pero que no por ello dejan de ser emprendedores que generan riqueza y merecen una oportunidad.
Aunque se habla mucho del talento en el mundo de los negocios como si fuera una cualidad innata, la realidad que a emprender también se aprende.
De hecho, nos encontramos a menudo con personas con buenas ideas, pero que se lanzan a desarrollarlas sin planificación, sin método, con mucho arrojo pero también bastante a ciegas. Eso lo hace todo aún más difícil.
Dice el Premio Nobel de la Paz Mohamed Yunus, fundador del banco de microcréditos Grameen Bank, que todos los seres humanos somos emprendedores en potencia, y yo estoy de acuerdo.
Con ese espíritu trabajamos en la Fundación Cajasol. Con el convencimiento de que hay pocas inversiones más rentables que el impulso del emprendimiento. Rentables evidentemente en el aspecto económico, de creación de riqueza y empleo, y también rentables desde el punto de vista social, de la innovación, del conocimiento, de la realización personal y del bienestar.
Así que no quiero finalizar estas palabras para animar a todos esos emprendedores que hay ahí fuera a que se informen de este programa, a que presenten su solicitud, a que confíen en nosotros, a que participen y, en definitiva, a que pongan sus ideas a funcionar.