
No se me ocurre mejor lugar ni mejor forma de celebrar el Día Internacional del Libro que presentando en la ciudad milenaria de las tres culturas el Foro Inca Garcilaso de Estudios Iberoamericanos, un proyecto que nace con vocación de convertirse en referente y que tenemos el orgullo de poner en marcha junto a la Universidad de Córdoba y el Cabildo Catedral.
Nos sumamos a esta iniciativa, destinada a reconocer la obra y el mensaje de unidad entre los pueblos de este cordobés universal nacido americano, en un día histórico para Córdoba y a la vez emblemático para las letras en todo el mundo. Como sabemos, la Unesco fijó este 23 de abril como Día del Libro y los Derechos de Autor precisamente porque en tal fecha coincidieron en el tiempo las muertes de varios genios literarios, entre ellos Shakeaspeare, Cervantes y nuestro Garcilaso de la Vega, cuyos restos descansan en la Mezquita Catedral.
Este foro inicia su andadura, por tanto, el día que conmemoramos su fallecimiento para rendir homenaje y saldar la deuda que nuestra sociedad mantiene con la memoria de una de las figuras que ha convertido a Córdoba en un referente cultural a escala mundial. La ciudad romana, musulmana y judía; la tierra de Séneca, Góngora o Averroes es también la Córdoba de las Américas y del mestizaje de civilizaciones que encarnó Garcilaso de la Vega, uno de los más grandes cronistas del Descubrimiento y uno de los mejores prosistas del Renacimiento hispánico.
Como presidente de la Fundación Cajasol y también como cordobés, es un gran honor poder reforzar precisamente en este momento de crisis la contribución que venimos haciendo a la divulgación del legado histórico de nuestra tierra en colaboración con diferentes entidades. Como saben, en los últimos años, desde nuestra sede cordobesa hemos respaldado proyectos que han sacado a la luz los detalles de nuestras raíces musulmanas o judías.
Y ahora, con mucho gusto, damos un paso más y lideramos esta emblemática iniciativa que reivindica los estrechos lazos con los pueblos americanos y vuelve a rescatar nuestra historia y nuestra extraordinaria riqueza cultural y literaria más allá del valioso patrimonio monumental que también atesoramos.
Esta tarea de recuperar nuestro pasado glorioso para que nos sirva de palanca y puente hacía el futuro no solo le corresponde a los especialistas y estudiosos del ámbito académico, sino que debe contar también con el esfuerzo de todos y particularmente con el de las instituciones más comprometidas con el desarrollo socioeconómico de Córdoba.
Es nuestro objetivo, sin duda, redoblado en esta coyuntura adversa que vivimos: sumar con otras entidades para multiplicar los recursos y ayudar a que la industria cultural de Córdoba sea cada vez más grande y pueda erigirse en un verdadero motor de la reactivación económica que tenemos por delante para superar la pandemia.