Es, sin duda, un tema importante y de gran trascendencia no solo en el ámbito periodístico, sino para el conjunto de la sociedad y por eso en Fundación Cajasol estamos muy contentos de acoger un debate de estas características, promovido por un medio joven, como es El Independiente, y al que asisten además de su director, Casimiro García Abadillo, significados nombres de la prensa española y andaluza como Victoria Prego o nuestros más cercanos Álvaro y Manuel Prieto. Gracias a todos por vuestra presencia y especialmente a ti, Casimiro, por esta iniciativa.
Yo creo que es importante que sea desde el ámbito periodístico desde donde se promueva un debate en torno a las fake news porque las llamadas noticias falsas suponen un elemento de distorsión muy importante para la percepción que tienen los ciudadanos sobre los medios de comunicación y para la propia credibilidad de estos.
Sin embargo, esto no es para nada incompatible con lo que he dicho hace un momento: que este debate trasciende lo periodístico porque los periodistas y los medios de comunicación son agentes de primer orden para el ejercicio de un derecho, el de recibir información veraz, que asiste a todos y cada uno de los ciudadanos y sobre el que descansa buena parte de la calidad democrática de nuestro modelo e convivencia.
En realidad, me temo que la cuestión de las fake news no solo afecta a los derechos vinculados a la libertad de información, sino que ya constituyen un auténtico peligro para la fiabilidad y confianza en elementos tan sustanciales de nuestro sistema democrático como son los procesos electorales.
Hablaba al principio de la velocidad de los acontecimientos y realmente da vértigo comprobar cómo algunos líderes mundiales, desde Thresa May a Putin, de Trump al presidente chino, intercambian en plena plaza pública acusaciones sobre posibles interferencias en los procesos electorales mediante fake news e instrumentos para difundirlas, como los famosos bots.
De manera que en torno a las noticias falsas discutimos de todas estas cosas: derechos individuales, limpieza y transparencia del sistema democrático, sin contar con que tenemos la sospecha de que las fake news además actúan a menudo como auténticos señuelos que enganchan a los usuarios de redes sociales para convertir sus datos y gustos personales en una valiosísima mercancía susceptible de ser utilizada no solo con fines comerciales sino de propaganda y manipulación política.
Sin duda, palabras mayores.
Dos ideas finales sobre este asunto:
Una, que está científicamente comprobado que las fake news se propagan a más velocidad y con más profundidad que las noticias verdaderas y rigurosas. El periodismo juega pues en desventaja con la manipulación.
Y, dos, que las fake news, además de desinformar y manipular, constituyen un poderoso agente de crispación y en el debate público, como basta comprobar echando un ojo a las redes sociales.
En fin, asuntos de gran trascendencia que justifican encuentros como este en el que un diario nativo digital como El Independiente cumple también una función como agente de debate y reflexión, por lo que le reitero la enhorabuena.
Un debate muy interesante.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.
- Mesa Redonda en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla sobre fake news, Mentiras, bulos y desinformación interesada.