La nueva edición del certamen World Press Photo viene marcada -siguiendo el mandato de la actualidad y la noticia de mayor impacto en nuestra sociedad en el pasado año- por las duras imágenes de la guerra de Ucrania, además del cambio climático y otros conflictos que no cesan pese a que pierden eco mediático, como la situación en Afganistán.
A la cabeza de las fotografías globales ganadoras se encuentra la desgarradora imagen del ataque ruso a la maternidad de la ciudad de Mariúpol, y todas ellas se podrán admirar en la exposición que abrimos hoy al público. Los premiados se han elegido entre 3.752 fotógrafos de 127 países que han presentado más de 60.000 fotografías a la edición número 66 de estos galardones.
Entre los finalistas destacan dos fotógrafos españoles, César Dezfuli, con una historia sobre la migración en el Mediterráneo, y Emilio Morenatti, con una cobertura sobre las personas heridas en la invasión de Ucrania. Nuestras felicitaciones para ellos y para todos los profesionales que han participado en la edición de este año.
Nuestra ciudad, y concretamente esta sede, se convierte de nuevo en el primer destino mundial de una gira que llevará las fotos ganadoras a más de 60 ciudades de todo el mundo. Además, en el marco de esta muestra, volvemos a poner en marcha actividades paralelas como la mesa redonda sobre fotoperiodismo y migración que analizará las peligrosas rutas de Canarias al Egeo en colaboración con Médicos Sin Fronteras, así como talleres para familias y estudiantes.
Todas estas obras de arte del fotoperiodismo, todas estas imágenes de impacto nos sacuden y nos ayudan a tomar conciencia de los principales conflictos de nuestro mundo. Como muy bien ha señalado la directora de la Fundación World Press Photo, estas imágenes no sólo nos muestran desolación y sufrimiento, sino que también nos enseña el poder de la fotografía para denunciar las injusticias, lo que nos devuelve la esperanza y constata la importante labor de los periodistas gráficos.
La exposición es, por tanto, una fiel representación del mejor periodismo visual del pasado año, una muestra emblemática que para la Fundación Cajasol representa un gran ejemplo de los contenidos culturales de primer nivel que tratamos de aportar a la industria cultural y turística andaluza, bien sea a través de proyectos propios o mediante acuerdos con entidades tan prestigiosas como el concurso de fotoperiodismo más prestigioso del mundo.