La Semana Santa de Sevilla se presenta este año a través de la luminosa y elegante pintura de la ayamontina Virginia Saldaña, que ha plasmado en su cartel la esencia misma de su consagrada obra figurativa. Un cartel que ha sido muy aplaudido por el público de la ciudad. No siempre es fácil complacerlos gustos estéticos de todos los sectores cuando se apuesta, muy acertadamente en mi opinión, por hacer de cada cartel cofrade una obra de arte que refuerce el patrimonio cultural de nuestra Semana Santa.
La exposición que abrimos hoy tiene como eje central el ya icónico cartel de Virginia Saldaña, dominado por la mirada y el rostro desnudo de la Esperanza Macarena, una obra que se completa con un recorrido por las pinturas más significativas de esta autora onubense formada en la Universidad de Bellas Artes de Sevilla, una antología con las que queremos dar a conocer su talento y su evolución.
Una joven pintora andaluza que invitamos a descubrir y que se define por la sutilidad, la emoción y un marcado carácter intimista. Galardonada con diversos premios de pintura, ha expuesto en distintos puntos de Andalucía y también en Bélgica, Marruecos y Nueva York.
Para la Fundación Cajasol, es un placer dar a conocer a esta prestigiosa artista y seguir contribuyendo a que nuestra Semana Santa atesore todavía un mayor valor artístico y cultural. Con iniciativas como la de hoy cumplimos con varias de nuestras prioridades institucionales: divulgar nuestras tradiciones más arraigadas y queridas y, a la vez, apostar por el arte contemporáneo y por los creadores andaluces de mayor proyección de futuro.
Por último, me gustaría destacar y agradecer el éxito de público que están cosechando, un año más, nuestras actividades de la programación de Tramos de Cuaresma. Este es, por ejemplo, el caso de la exposición también dedicada a la Esperanza Macarena y al centenario de su primer besamanos, que clausuramos hace tan solo unos días y por la que pasaron más de 50.000 personas.