El peso artístico de estas tres figuras indiscutibles del surrealismo, dos catalanes y un andaluz universal, ya convierten esta exposición en una joya de la oferta cultural sevillana, pero todavía se enriquece más la propuesta que tenemos el honor de traer a Andalucía al incluirse en ella la colaboración especial de otro andaluz que ha hecho historia, Rafael Alberti.
La pluma del gran poeta gaditano está presente a través de las piezas de Picasso, trece grabados al cobre de la serie «El entierro del Conde Orgaz» que fueron prologados por Alberti. Y también se ve su huella en la obra de Miró que tendremos la ocasión de admirar en esta muestra, 20 litografías que realizó en 1975 para ilustrar un libro del escritor de la Generación del 27. Y todo ello gracias a la amistad que enlazaba a estos artistas.
Les unía la amistad y también la admiración, por lo que no es difícil ver la influencia entre todos ellos. El pionero y el maestro de las nuevas expresiones de la pintura fue el malagueño, pero Miró y Dalí, que descubrimos aquí en su faceta de ilustrador, les siguieron también en su búsqueda de lenguajes nuevos.
Tres iconos de la modernidad del siglo XX que elevaron el talento creativo e innovador español a lo más alto y que en el actual contexto de crisis que atravesamos bien podemos tomar como referencia y como ejemplo para el gran salto que tenemos que dar como sociedad para superar los desafíos que nos ha dejado la pandemia.
Para la Fundación Cajasol, esta relevante exposición es la mejor demostración del papel que queremos jugar en la etapa de recuperación plena que debe ser ya, sin más dilaciones, el ejercicio de 2022.
Como agente activo del proceso de reactivación y operador destacado de la industria cultural, la Fundación Cajasol pone el foco en esta fase en promover contenidos de primer nivel en todas nuestras sedes andaluzas, como el caso de estas privilegiadas instalaciones que ponemos a disposición del público sevillano.
Como dice el inspirador título de esta exposición, haciendo un guiño a los paisajes oníricos en lo que se movían los maestros surrealistas, hay un gran sueño colectivo por conquistar y nuestra riqueza cultural y artística es una inmejorable ventaja estratégica.
Que disfruten de esta colección y aprovechen la oportunidad, tienen a su alcance el trabajo de los tres artistas españoles más internacionales del siglo pasado.