La exposición nos adentra en una de las hermandades más antiguas y veneradas de la ciudad, una cofradía que tiene su origen en el Barroco y que es la titular de una de las figuras de Cristo más sagradas de nuestra tierra.
La corporación de Triana, que como sabemos perdió la talla original de la Virgen en un incendio hace ahora 50 años,nos relata los últimos cien años de su historia, período que concentra las grandes revoluciones que han experimentado la Semana Santa y la propia capital de Andalucía en términos sociales, arquitectónicos o económicos.
Un año histórico de celebración para El Cachorro y para la Virgen del Patrocinio que continuará el mes próximo con la primera procesión extraordinaria de la Dolorosa por las calles de Sevilla. Esperamos que también 2025 pueda ser un hito para la entidad y que su mítico Cristo de la Expiración pueda verse en Roma en el año jubilar de las cofradías decretado por la Iglesia.
En definitiva, vamos a poder comprobar de nuevo, a través de la trayectoria de una de sus cofradía más señeras, como la ciudad y la propia Semana Santa han sabido actualizar y modernizar su modelo sin dañar la esencia de las tradiciones y las señas de identidad de Sevilla, que se mantienen y son patrimonio común de muchas generaciones.
Desde la Fundación Cajasol nos marcamos como objetivo preservar este legado artístico y cultural, un compromiso que se concreta en acciones como la actual exposición, que nos enseña que la tradición y la devoción cofrade perviven gracias a su adaptación a los tiempos.