Entrega de Premios Huelva Buena Gente

Una entrega de premios siempre es un reconocimiento. Sin duda, y en primerísimo lugar, a los galardonados. Han subido hoy al escenario un puñado de hombres y mujeres onubenses que sin duda merecen que se reconozca su labor.

Las pinceladas que hemos visto en los vídeos apenas son eso, retazos de una vida que se ha distinguido por el altruismo, en facetas bien distintas, desde la medicina a la cooperación internacional, del apoyo a los mayores o de quienes sufren la soledad, a la ayuda a quienes han tenido problema de adicciones.

Facetas muy distintas, en definitiva, pero unidas por dos lazos perfectamente identificables… Uno, lo acabo de citar: el altruismo, esa voluntad de ayudar y hacer un poco mejor la vida de quien lo necesita.

Y otro nexo es el compromiso con Huelva y una gran comunión con lo que esta provincia significa. Hoy hemos nombrado a una magnífica embajadora como Argentina, pero creo que todos los premiados son a partir de ahora un poco embajadores de Huelva.

Decía al principio que un premio siempre es un reconocimiento a los premiados. Pero permítanme una segunda acepción pues con los premios la sociedad se reconoce también a sí misma.

A menudo nos centramos en los problemas, y es lógico que así suceda, porque reconocer un problema es el primer paso para afrontarlo y, en la medida de lo posible, resolverlo.

También con frecuencia nos fijamos mucho en las conductas negativas o reprobables. También es normal, porque lo que se hace mal merece un reproche social.

Pero creo que una visión cabal y equilibrada de la realidad nos exige a todos poner atención también en las cosas que hacemos bien, en esas buenas noticias que muchas veces pasan desapercibidas. Reconocerlas es necesario para nuestra autoestima como sociedad, como provincia, como colectividad.

Y reconocer también a las personas que actúan bien, en beneficio de los demás, es una forma no solo de hacer un poco de justicia con quienes se esfuerzan, sino de estimular esas conductas que distinguen a quienes popularmente conocemos como “buena gente” y que hoy hemos premiado en este sencillo pero hermoso acto.

Por eso la Fundación Cajasol pone en marcha esta iniciativa, porque somos una entidad con voluntad de acompañar a la sociedad onubense en su voluntad de avance y mejora.

Eso sí, me temo que de ahora en adelante nos queda una tarea impresionante de cara a futuras ediciones, pues si en algo podemos estar todos de acuerdo es que en Huelva hay buena gente de sobra.

Enhorabuena a todos los premiados.