Si además este producto audiovisual andaluz no solo está hecho en Andalucía y por profesionales de esta tierra, sino que tiene por objeto un personaje muy emblemático de nuestro patrimonio político, entonces la satisfacción es aún más importante.
Yo también estoy satisfecho de que dos fundaciones, una de carácter público como el Centro de Estudios Andaluces, y otra privada, fundación con carácter especial, como Fundación Cajasol, hayan unido sus esfuerzos para apoyar esta iniciativa que, por un lado, busca recuperar y difundir la memoria de Blas Infante, y por otro, busca contextualizar su legado político que no es otro, y hablamos de palabras mayores, que la autonomía andaluza.
Por eso, de este documental quisiera destacar dos aciertos.
Uno, que para entender el auténtico significado de la figura de Blas Infante, es necesario avanzar muchos años en la historia de Andalucía, más de 40, que es el tiempo que sus ideas autonomistas tardaron en cuajar con el 4 de Diciembre y sobre todo con el 28 de febrero y con el Estatuto de autonomía. Así lo hace este documental y me parece, como dio, un acierto.
En la Fundación Cajasol nos sentimos profundamente comprometidos e identificados con esa misión que tiene el Centro de Estudios Andaluces de dar a conocer la historia y la realidad de nuestra tierra a los andaluces. Hace cuatro años ya tuvimos la ocasión de colaborar en unas jornadas con las que celebramos el centenario de la publicación de ‘El Ideal Andaluz’. También trabajamos de manera estrecha con la Fundación Blas Infante, con quienes el año pasado hemos lanzado los Premios Memorial Blas Infante.
Y un segundo acierto es el de la impecable factura técnica del documental. Moderno y ágil, como reclaman los públicos de hoy día, especialmente los jóvenes, tiene un poco de “road movie”, desde Casares a Coria, pasando por Ronda, y un mucho de testimonio documental de una vida malograda por la tragedia de una guerra pero con una herencia política impresionante.
Más de un siglo después de la publicación del Ideal Andaluz, aquellos sueños, ideas y los principios están hoy más vigentes que nunca. El ideal de la libertad, de la igualdad, de la dignidad. Los valores de la democracia, de la paz y un fuerte compromiso con los más débiles y con la educación que fueron el santo y seña del pensamiento de Blas Infante.
En la recuperación de la memoria, que es la memoria de nuestra tierra, tenemos todos los andaluces y andaluzas y un gran trabajo por delante. Creo que saben de sobra que para ayudar en esta tarea, contarán ustedes siempre con la Fundación Cajasol.