Para la Fundación Cajasol es siempre es un orgullo ofrecernos como sede de reflexión, encuentro y diálogo. Pero, en este caso, la satisfacción ha sido doble por la importancia, para nuestro país y creo que para el conjunto de Europa, de estos Diálogos sobre el Futuro que hemos celebrado en nuestra sede de Sevilla.
Para cualquier sociedad, alimentar el pensamiento de largo alcance ha sido siempre un reto en la medida que nos permite planificar, en la medida de lo posible, el porvenir y a la vez marcarnos retos que representen el avance de nuestros países, regiones y ciudades.
Pero, en este momento histórico que nos ha tocado vivir, en los que desde hace ya algunos años experimentamos una aceleración sin precedentes como consecuencia de los avances tecnológicos y de la globalización, encuentros como el que hemos inaugurado hoy se antojan aún más imprescindibles.
El encuentro de hoy, además, se ha centrado en el papel que nuestras empresas deben ocupar en ese posicionamiento de cara a un futuro que a veces se antoja lejano, pero que, en realidad, ya está aquí en tanto en cuanto es ahora cuando estamos poniendo sus cimientos.
Espero que el intercambio de puntos de vista y experiencias que han tenido lugar en estas jornadas sean un buen punto de partida para el apasionante reto que como sociedad tenemos por delante.