Nos ha acompañado en esta ocasión el presidente de un colectivo, el de los autónomos y pymes, esencial para nuestra economía y para la fase de reactivación en la que estamos inmersos. Lorenzo Amor, presidente de ATA, un andaluz de Córdoba que vive en Jerez y que apenas puede alejarse de Madrid por exigencias de su cargo, lleva décadas defendiendo con pasión al sector en el ámbito andaluz y también en el nacional. Pero es difícil encontrar un momento más duro para los empresarios que trabajan por cuenta propia, sin duda de los más castigados por la crisis de la pandemia.
La conferencia de hoy del también vicepresidente de CEOE, por tanto, tiene que servirnos para tomar conciencia del peso y de la compleja situación que vive este colectivo fundamental, que ha arrancado el año con una importante caída de actividad derivada de las limitaciones a las que obliga todavía el virus, muy centradas como sabemos en el comercio y la hostelería.
Mi agradecimiento en definitiva a Lorenzo Amor por su trabajo y por traernos, con su intervención en este Foro Diálogos por Andalucía, un análisis desde la primera fila de la resistencia empresarial a esta crisis, que amenaza la supervivencia de la mitad de los autónomos españoles.
Para la Fundación Cajasol, el apoyo a nuestro tejido productivo más estratégico, y a los profesionales que lo sostienen con su esfuerzo y su sacrificio, forma parte de las prioridades que tenemos más presentes desde que se desencadenó la pandemia. En sus manos, en la de los empresarios de la economía más cercana y real, se encuentra buena parte del salto que tenemos que dar como sociedad para superar los actuales desafíos.