
Hoy hemos celebrado la presentación de la XIX Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona. Para la Fundación Cajasol ha sido un placer estar un año más presentes en el acto, pues llevamos más de una década colaborando con esta iniciativa con el objetivo de favorecer e impulsar el crecimiento social a través de las actividades formativas, deportivas, etc.
En estos tiempos tan complicados que estamos atravesando, haber estado hoy en Carmona presentando una nueva edición de estos cursos es sinónimo del buen hacer y de la cercanía de esa tan ansiada normalidad que esperemos llegue lo más pronto posible.
Poner a disposición de los jóvenes un espacio para la excelencia y la adquisición de nuevos conocimientos, supone un mayor reto a día de hoy. Por ello quiero aprovechar estas líneas para reiterar mi felicitación a la Universidad, así como a todos los que lo han hecho posible que, un año más y después de la suspensión del año pasado, se vuelva a poner en marcha este proyecto que apuesta por una educación de calidad y con una pluralidad temática.
Un entorno único adaptado a la normativa vigente relacionada con la actual crisis sanitaria y cumpliendo todas las medidas de seguridad impuestas por las autoridades sanitarias.
Como ya he dicho en muchas ocasiones, creo que es el momento de aunar fuerzas, fomentar la colaboración público-privada y trabajar de la mano para que las consecuencias socioeconómicas derivadas de esta crisis sean las menores posibles. Este es un claro ejemplo.