Hoy hemos celebrado en la Fundación Cajasol un nuevo Desayuno Informativo de Europa Press, el primero que acogemos en este año 2021 marcado por la incertidumbre y la preocupación. Pero también por la esperanza en que la reactivación llegará definitivamente en este ejercicio una vez que logremos controlar la emergencia sanitaria.
Y hemos arrancado el año con un plato fuerte, con la oportunidad de escuchar de primera mano lo que tienen que decir de este momento de la crisis los empresarios andaluces y los autónomos, todos ellos durísimamente golpeados por los efectos de la pandemia, además del responsable de cuadrar las cuentas de la comunidad seguramente en el peor trance de su historia, el Consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, que ya nos acompañó en septiembre en la apertura de curso de este mismo foro.
Esta crisis sin precedentes que atravesamos nos está reclamando un extraordinario esfuerzo en favor del diálogo, la negociación y el consenso, una apuesta que involucra a toda la sociedad y que todavía será más crucial cuando de una vez por todas enfilemos la senda de la recuperación. Por eso me parece tan alentadora la propuesta del encuentro de hoy, este espacio que hemos abierto para contrastar reflexiones y análisis gracias a la buena disposición del consejero Juan Bravo, de Javier González de Lara y de Lorenzo Amor.
Ante una situación tan compleja que amenaza con agrandar las desigualdades de nuestra sociedad y poner en peligro las conquistas de las últimas décadas, desde la Fundación Cajasol venimos insistiendo en la necesidad de abrir una nueva etapa en la colaboración público-privada que nos ayude a transformar nuestra economía y plantar cara al gran impacto de la pandemia.
Tenemos que buscar efectos multiplicadores y la mayor rentabilidad de los recursos, de los públicos y también de los privados que benefician al conjunto de la sociedad. Los retos son extraordinarios, lo sabemos, pero también vamos a disponer de recursos igualmente extraordinarios para hacerles frente, como los fondos europeos de reactivación, y, lo que he señalado anteriormente, el esfuerzo y compromiso de toda una sociedad.
Ante estos desafíos históricos, solo podemos desearle y pedirle a los poderes públicos y a los agentes sociales muchos aciertos y capacidad de diálogo para que los cambios radicales del nuevo modelo de sociedad que se abre paso tras el virus se pongan en marcha con el máximo grado de consenso.