
Es un gran honor para nuestra Fundación formar parte viva de la brillante historia de las Carreras de Caballos de Sanlúcar y además haber acogido hoy la presentación de los actos de conmemoración de sus 175 años de trayectoria.
Y digo que nos sentimos parte viva de este cumpleaños centenario por razones de peso, por compromisos territoriales, y yo diría que sentimentales, que hunden sus raíces en los orígenes mismos de nuestra institución.
La primera razón es la vinculación histórica y directa de nuestra entidad con este acontecimiento único en el mundo, del que somos colaboradores de referencia desde hace muchas décadas, primero como entidad financiera y más tarde como fundación. Es un orgullo en este sentido que nuestra marca, Fundación Cajasol en la actualidad, le de nombre a uno de los premios de la prueba hípica desde hace muchos años.
Este respaldo entronca, además, con la propia identidad de la Fundación Cajasol, históricamente comprometida con el desarrollo socioeconómico del occidente andaluz, y en particular de las provincias de Sevilla y Cádiz. Son precisamente estos dos puntos de nuestra geografía los que se hermanan y se abrazan en las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda, igual que el gran río andaluz cuya desembocadura sirve de espectacular escenario natural para esta competición vertebra nuestra comunidad y le da vida.
También nos une a esta atracción turística y deportiva de primer orden nuestra apuesta por sectores estratégicos, especialmente claves en el actual marco de crisis sin precedentes, y nuestro apoyo permanente a las tradiciones más consolidadas de nuestra tierra.
Festejar los 175 años de las carreras de caballos frente a las deslumbrantes puestas de sol de la costa virgen del parque nacional Doñana es celebrar por tanto nuestra historia, nuestra cultura, nuestra privilegiada localización geográfica y la riqueza que aportan nuestras costumbres más arraigadas y queridas en todos los planos.
Aunque inevitablemente este espectáculo de repercusión internacional va a verse afectado este año por las restricciones que nos impone la pandemia, qué duda cabe que su contribución se ve hoy más clave que nunca ahora que nos toca redefinir nuestro modelo económico y transformarlo para poner freno a las consecuencias de la crisis sanitaria.
En cualquier caso, pese a las limitaciones e incertidumbres, en este primero de julio de la nueva normalidad es una alegría que podamos anunciar los actos del 175 Aniversario y que podamos disfrutar, un año más, de uno de los acontecimientos turísticos más relevantes del verano andaluz.