Finalizados estos días grandes de la Semana Santa, tenemos el placer de retomar estos desayunos del Club de Directivos, un espacio de análisis y de encuentro que, si me permiten la inmodestia, se ha convertido en estos años en una referencia en el mundo empresarial y de la gestión, algo que en la Fundación Cajasol nos hace sentir enormemente satisfechos y orgullosos.
Como saben, nuestro objetivo es invitar a esta tribuna a los empresarios, directivos y expertos económicos de más prestigio, experiencia y trayectoria de nuestro país.
Les pedimos que con sus reflexiones y con su capacidad de análisis nos ayuden a entender mejor la situación de nuestra economía, y en particular de alguno de los sectores estratégicos de nuestro tejido productivo. Su situación presente, pero sobre todo las perspectivas de futuro, tanto en lo que respecta a los desafíos como, por supuesto, a las oportunidades.
Por estos desayunos del Club de Directivos han pasado así directivos del sector del turismo, de los medios de comunicación y el ámbito multimedia, del sector tecnológico, de la agroindustria o del mundo financiero y de la banca.
También del ámbito de la construcción, las grandes infraestructuras y la industria, todos ellos tan necesarios en este momento de consolidación de la recuperación económica.
Hoy tenemos la oportunidad de analizar un sector como el inmobiliario, que después de años en el epicentro de la crisis económica, se encuentra actualmente en la senda de una recuperación paulatina y moderada, una vuelta a la normalidad alejada de los excesos cometidos en el pasado.
El sector vuelve a ser atractivo para la inversión, vuelve a ser un generador de oportunidades de negocio, de creación de riqueza y de empleo, pero lógicamente sigue también afectado por las incertidumbres propias de una recuperación económica aún en fase de consolidación.
Para hablarnos de todo ello tenemos el privilegio de contar con el directivo de una de las compañías más representativas de este nuevo tiempo, el consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, a quien quiero agradecer de manera muy especial que nos preste hoy su compañía y su tiempo.
Como seguramente sepan, Merlin Properties es una de las principales compañías inmobiliarias cotizadas en el Ibex-35 y su actividad principal es la adquisición y la gestión de activos inmobiliarios, en España y también en menor medida en Portugal.
Tras la adquisición de Metrovacesa el año pasado, se ha consolidado como la inmobiliaria líder en España y una de las más importantes de Europa, con una cartera valorada en 9.400 millones de euros que incluye de manera destacada los espacios de oficinas, locales, centros comerciales y naves logísticas.
Todo eso se ha conseguido, además, en un tiempo récord, de la mano de un hombre a quien algún medio ha bautizado como “el nuevo rey del inmobiliario” o “el mago Merlín” del sector.
Más allá de estos calificativos, con los que no sé si nuestro invitado se siente o no identificado, seguramente lo más interesante de Ismael Clemente ha sido su capacidad para anticiparse a los cambios, de vislumbrar una ventana de oportunidad en medio de una situación crítica como la que ha atravesado el sector.
Con ese olfato y ese talento, combinados con una larga experiencia en el sector en compañías como Garrigues, Bankers Trust o Deutsche Bank, Ismael Clemente ha sido capaz de adelantarse al cambio de ciclo y de levantar, en lo peor de la crisis, el mayor grupo del sector. Lo decía él mismo en una entrevista reciente, lo ha hecho con sentido común, con prudencia, con experiencia, con oficio y ganándose la confianza de los inversores.
¿Hacia dónde camina hoy el sector? ¿Qué desafíos puede enfrentar en un futuro próximo? ¿Podemos dar por finalizada la crisis inmobiliaria? ¿Ha aprendido el sector de los errores del pasado? De todo esto, y seguro que de mucho más, nos hablará nuestro invitado.
Con sus palabras les dejo, muchas gracias.