Clausura de 100 Caminos al éxito

El acto de hoy, la clausura de esta cuarta edición de ‘100 caminos al éxito’ es uno de los momentos que con más ilusión esperamos a lo largo del año.

En la Fundación Cajasol, la Fundación Andalucía Emprende y el Instituto de Estudios Cajasol le ponemos mucho interés y mucho esfuerzo a este programa, y es toda una satisfacción ver cómo vosotros, los nuevos emprendedores, respondéis con tanto entusiasmo, con tanto talento y con tantas ganas de poner a trabajar vuestras ideas.

El balance de estas cuatro ediciones de ‘100 caminos al Éxito’ no puede ser más positivo.

En total, el programa de formación y asesoramiento ha permitido impulsar la puesta en marcha de 281 proyectos de negocio en toda Andalucía, 68 en este año 2017. En el aspecto de la financiación, desde 2014 hemos concedido microcréditos por valor de más de 630.000 euros, de ellos 144.000 en la edición que hoy clausuramos.

Desde que arrancamos esta iniciativa, hemos visto cómo crecía el número de solicitudes para participar en el programa y cómo aumentaban los proyectos que han completado todo el ciclo formativo.

También, y de esto estamos muy contentos, hemos visto cómo al cabo del tiempo, un porcentaje altísimo de las iniciativas emprendedoras que han pasado por aquí no sólo han salido adelante, sino que van ganando progresivamente altura y velocidad de crucero, como suele decirse.

Para nosotros estos datos son todo un orgullo.

Un orgullo saber que contamos con vuestra confianza y que contáis con nosotros para acompañaros en esta aventura que es el emprendimiento.

Un orgullo comprobar cómo ‘100 caminos al éxito’ se ha consolidado como una de las plataformas de referencia para la creación de empresas en nuestra tierra.
Un orgullo ser testigos de la gran energía, creatividad y talento que mostráis.

En 100 caminos al éxito intentamos dar respuesta y canalizar esa iniciativa dando apoyo a ideas muy diversas.

Desde proyectos muy rompedores en el campo de la innovación y la tecnología, a otras ideas de negocio que pueden ser sencillas, pero que encierran también oportunidades de riqueza y empleo, que a menudo tienen dificultades para acceder a otros circuitos de formación y financiación, pero que necesitan y sobre todo merecen ser apoyadas.

Puede ser ese enamorado de la Semana Santa que un jueves santo imaginó una vela cuya llama fuera resistente al viento, y la hizo realidad.

O el amante del cine que desarrolló una plataforma de películas bajo demanda.

O la estudiante que soñó con desarrollar un método para operar en bolsa que otros pudieran utilizar, y hoy es una realidad.

Todos estos ejemplos son la demostración de que la mentalidad emprendedora está calando cada vez más profundamente en nuestra sociedad, pero necesita todavía del impulso y el compromiso de las instituciones y del sector privado para que esa cultura se consolide y de muchos más frutos.

Para nosotros en la Fundación Cajasol y el Instituto de Estudios Cajasol, hay pocas inversiones más rentables, más seguras y más necesarias que las que se destinan a movilizar el espíritu emprendedor.

Por lo que representa de motor económico, en la creación de empresas, de riqueza y de empleo.

Pero también en lo que tiene que ver con valores como la realización personal, la puesta en marcha de un proyecto de vida, la contribución en la generación de nuevas oportunidades para nosotros mismos y para la comunidad en la que vivimos.

Hace poco leí una frase de Santiago Ramón y Cajal, nuestro premio Nobel, que decía que “las ideas no duran mucho, así que hay que hacer algo con ellas”.

Eso es lo que intentamos hacer en este programa. Tomar vuestras ideas y ayudaros a darles forma, a plasmarlas en un plan de negocio, a calibrar oportunidades y riesgos, a tomar decisiones, a saber resolver con inteligencia los obstáculos y en definitiva a daros ese primer empujón que todo proyecto incipiente necesita para tomar vuelo.

Termino ya, dando la enhorabuena a todos los participantes de esta edición de 100 caminos al éxito.

Hoy culmináis una etapa y comenzáis una nueva y apasionante. No olvidéis que el camino de la formación y del conocimiento nunca termina. El mundo de hoy se mueve a velocidad de vértigo y vuestra capacidad para seguir aprendiendo, para evolucionar y para responder al cambio será una de vuestras principales fortalezas y ventajas competitivas para ganar el futuro.

Así que buena suerte, y buen viaje.