El plantel de este foro de debate ha garantizado el interés y la utilidad de este encuentro tanto para los empresarios como para las entidades que conforman el llamado Tercer Sector.
Y, además, los temas igualmente han dado de lleno en las preocupaciones, también comunes, que fundaciones y empresas compartimos.
Como presidente que soy de una de ellas y también de la AFA, les garantizo que una de nuestras tareas más importantes es continuar avanzando en un gobierno cada vez más profesional de nuestras organizaciones.
El objetivo es que las iniciativas que llevamos a cabo, cada una en nuestro ámbito de actividad, sean por una parte más efectivas y con un impacto mayor en la sociedad. Y, al mismo tiempo, avanzar en una gestión más ágil en la toma de decisiones, y más eficiente en el uso de los recursos.
Sin ninguna duda que la transparencia es un activo de primer orden para contribuir a estos objetivos, porque además redunda en un intangible indispensable para las fundaciones: la confianza de la sociedad.
Quiero dar las gracias por tanto a todos los ponentes y expertos que nos han acompañado durante la mañana de hoy, y cuyos consejos, experiencias y reflexiones estoy convencido de que van a ser de enorme interés para todos y nos van a ayudar a dar nuevos pasos hacia adelante en estos objetivos que les comento.
Todos somos conscientes de la labor tan importante que realizan las fundaciones en nuestra sociedad, apoyando la educación, la prestación de servicios sanitarios, la investigación científica o la difusión de la cultura y el arte, por citar sólo algunos ámbitos. En Andalucía son alrededor de 800 entidades, en las que prestan su servicio más de 22.000 trabajadores y en torno a 12.000 personas voluntarias.
Consolidar los ámbitos de colaboración entre fundaciones y empresas, buscar nuevas fórmulas de apoyo mutuo, innovar permanentemente, reforzar los vínculos con la sociedad para actuar siempre en beneficio de la misma con ese criterio de compromiso social que preside estas jornadas son tareas de largo aliento, pero a la vez urgentes.
En un mundo tan global y en permanente cambio, la necesidad de reinventarse, en el sentido de innovación permanente, es labor insoslayable, como lo es la necesidad de encontrar nuevos métodos y esquemas de trabajo que nos permitan hacer las cosas con más eficiencia y sacar el mejor partido a las sinergias y la colaboración con otras entidades y empresas, como acertadamente se plantea en este encuentro.
Termino estas líneas reiterando a fundaciones y empresas la colaboración permanente que siempre van a encontrar en Fundación Cajasol.