Estas jornadas no son sólo un homenaje al legado de Miguel de Cervantes, sino también una celebración del esfuerzo colectivo que ha hecho posible su organización. Mi agradecimiento más sincero al Ayuntamiento de Castro del Río, a la Universidad de Córdoba. También quiero destacar la implicación de dos grandes figuras, Arturo Pérez-Reverte y Jesús Vigorra, auténticos motores de esta iniciativa.
Castro del Río, que recientemente ha sido reconocido como parte de la red de Ciudades Cervantinas, tiene motivos de sobra para acoger unas jornadas como estas. No sólo es un acto de reconocimiento a este logro, sino también una apuesta por acercar la obra de Cervantes a todos, desde los más pequeños hasta los mayores.
Me enorgullece especialmente anunciar que, junto al Ayuntamiento, hemos creado la Academia Cervantina de Castro del Río, un proyecto con vocación de continuidad. Esta academia buscará mantener vivo el espíritu cervantino a través de lecturas, análisis y actividades escolares, acercando la obra del autor a las nuevas generaciones.
Cuando me planteo el objetivo de estas jornadas, lo tengo claro: la cultura debe ser algo vivo, algo que transforme. Un libro no sirve de nada si se queda en una estantería, está para leerse, para compartirse, para inspirar. Hemos querido que estas jornadas sean divulgativas, que acerquen la figura de Cervantes a todos los públicos y que sirvan de ejemplo de cómo la cultura y la lectura nos hacen más libres.
Quiero invitar a todos a sumergirse apasionadamente en la vida y obra de Cervantes, a disfrutar de las magníficas conferencias que forman parte del programa, y a sentir cómo este evento une pasado y presente para proyectarnos hacia el futuro.
Como castreño y como presidente de la Fundación Cajasol, me siento profundamente orgulloso de que estas jornadas tengan lugar en el Teatro Cervantes de Castro del Río, un espacio que hoy ha sido testigo del talento, el conocimiento y el entusiasmo que giran en torno a la figura de nuestro ilustre autor.
Hoy, más que nunca, me reafirmo en mi compromiso con la cultura y la educación, pilares fundamentales de la Fundación que tengo el honor de presidir. Estoy seguro de que estas jornadas serán sólo el comienzo de algo mucho más grande.
Sigamos leyendo, aprendiendo y construyendo juntos. La cultura nos hará siempre más libres.