Gracias a los músicos de la Banda de Música de Salteras por su magnífica introducción musical a este acto.
Quiero agradecer también la presencia del delegado de Seguridad del Ayuntamiento, del presidente del Consejo de Cofradías de Sevilla y también del presidente de Cáritas Sevilla, querido Mariano.
Por supuesto, de todos los premiados.
Y naturalmente gracias a todos los que nos han acompañado en esta ceremonia de entrega de estos premios Gota a Gota de Pasión.
Ya saben que esta es una cita muy especial para nosotros en la Fundación Cajasol, por muchos motivos.
De alguna manera, con la entrega de estos premios, comienza oficialmente la cuenta atrás de esta Cuaresma, que vivimos con tanta intensidad.
Como saben, por segunda vez este año hemos puesto en marcha un ciclo muy amplio y completo de actividades titulado ‘Tramos de Cuaresma’ que, de nuevo, ha contado con una respuesta extraordinaria del público.
Estos premios toman su nombre del programa de mano de Semana Santa Gota a Gota que edita la Fundación Cajasol, y que un año más pondremos a partir de la semana que viene a disposición de todos los sevillanos y quienes nos visitan para que puedan disfrutar de la Semana Santa, con toda la información y todos los detalles, día a día, hermandad a hermandad.
Pero lo que hace verdaderamente especial este acto, ya tradicional de la agenda cofrade sevillana, es que nos da la oportunidad de rendir un merecido reconocimiento a nuestras hermandades y a tantas entidades y personas vinculadas con nuestra Semana Santa.
Por lo mucho y lo muy bueno que realizan a lo largo de todo el año en el ámbito de lo social, de la cultura, del patrimonio.
Como sociedad tenemos una inmensa deuda con todos los galardonados. Es una deuda seguramente impagable, pero con estos premios queremos responder modestamente a esa generosidad, esa entrega y ese esfuerzo que demostráis día tras día en las actividades que realizáis.
Tengo que comenzar por dar la enhorabuena, en la categoría de Acción Social, al Centro Unesco de Sevilla y a su presidenta, Charo García. Enhorabuena por vuestro compromiso con la cultura de la paz, con la convivencia y por vuestro incansable trabajo en el campo de la educación.
Siempre digo que la educación es la inversión más rentable que una sociedad puede hacer. No sólo porque es la herramienta más potente para el progreso económico y la creación de riqueza, sino sobre todo porque contribuye a construir sociedades más abiertas, más modernas, más tolerantes y también más justas. Con más oportunidades para todos.
Lamentablemente en el momento actual todavía persisten muchísimos problemas, muchas personas que como consecuencia de la crisis económica o de otras circunstancias se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad.
Ojalá que algún día no haga faltan iniciativas como el Economato Casco Antiguo, pero mientras tanto el trabajo de entidades como ésta es a menudo la última red de seguridad para muchas familias. Muchas gracias por estar siempre ahí.
Y esa argamasa social de solidaridad, de convivencia, de diálogo, está hecha de educación y está hecha, sin duda, de cultura.
Del conocimiento de nuestras tradiciones, del cuidado del patrimonio que hemos recibido en herencia por parte de quienes vinieron antes que nosotros y que es nuestra responsabilidad proteger y entregar a las próximas generaciones.
Por eso es tan merecedor de un reconocimiento el trabajo de personas como Francisco Javier Gutiérrez Juan, que al frente de la Banda Sinfónica de Sevilla es uno de los grandes defensores de ese tesoro inmaterial que es el patrimonio musical de la Semana Santa.
Y de la misma manera, es importante destacar la labor minuciosa y exquisita del taller de bordados de Manuel Solano, fieles a las esencias de la escuela sevillana.
Y también el cariño y buen hacer que es el sello de la familia Santizo, de Manuel y de José, herederos de una tradición que generación tras generación ha convertido en un verdadero arte el oficio de llevar la luz a nuestra Semana Santa.
Y qué decir de la Hermandad de la Macarena, que ya tuvimos la ocasión de premiar hace unos años con uno de estos galardones por su labor social y a quien hoy queremos honrar por su inestimable labor en la protección, la conservación y la difusión del rico patrimonio artístico de nuestras hermandades.
Este año hemos querido también, como en otras ocasiones, entregar un premio honorífico, un reconocimiento a una vida, a un compromiso, a una entrega a Sevilla y a su Semana Santa como la que representa don Otto Moekel.
Él es la primera piedra de una saga familiar, sevillana como pocas, cofrade como pocas, sin la que no se entendería la Semana Santa tal y como la conocemos.
Esta ciudad ya le ha rendido a lo largo de los años innumerables y más que merecidos homenajes. Hoy le pedimos, con toda humildad, admiración y respeto, que acepte este Gota a Gota de la Fundación Cajasol.
Enhorabuena de nuevo a todos y muchas gracias.