La Santa María es, como saben, la mayor de las tres naves con las que partió Colón en 1492 y en pocos días podremos verla echarse de nuevo a la mar desde las costas de Huelva, para convertirse en los próximos meses en la mejor embajadora de este 525 aniversario del Encuentro entre Dos Mundos que hemos celebrado a lo largo del año pasado.
La botadura de la Santa María supone, por un lado, poner el mejor colofón posible a este año de conmemoración y, al mismo, tiempo señala también el inicio de una nueva travesía. De esa singladura que va a permitir que el nombre de Huelva se oiga y brille con más fuerza por todos los rincones del mundo durante los próximos meses.
En la Fundación Cajasol tuvimos claro desde el principio nuestro compromiso con este proyecto, porque representa muchos de los valores y principios que inspiran nuestra obra social y nuestra misión como entidad.
En primer lugar, los fuertes lazos históricos y afectivos que como Fundación nos unen a Huelva, una provincia con la que nos sentimos profundamente involucrados y en la que queremos seguir estando muy presentes y muy activos para apoyar su economía, el turismo, la cultura y prestando más servicios a los ciudadanos.
Este proyecto es, además, una oportunidad de reivindicar la historia, de llevar la promoción de nuestra cultura y nuestro patrimonio a un nuevo nivel.
Y, sin duda, es un proyecto que tiene mucho que ver con el emprendimiento, con la innovación y con la cultura de la excelencia, tres elementos que son cada vez más centrales en la obra social de la Fundación Cajasol.
Porque igual que aquella aventura que culminó con el encuentro entre Europa y América fue, sin duda, un ejemplo de espíritu emprendedor, ese mismo espíritu lo vemos ahora, 525 años después, en quienes soñaron ver de nuevo a la Nao Santa María surcar los mares con el nombre de Huelva en su pabellón más alto, se pusieron manos a la obra y lo hicieron posible.
Para lograrlo, ha sido necesario emplear mucho talento, mucho esfuerzo, mucha capacidad de organización y también utilizar las más modernas innovaciones y técnicas de construcción naval.
La Nao Santa María va a ser, por tanto, un símbolo y una embajadora de todos esos valores. De la Huelva más dinámica y emprendedora. De la Huelva orgullosa de su pasado y de su historia. De la Huelva que no tiene miedo de embarcarse y buscar nuevas oportunidades más allá de nuestras fronteras. Seguro que encontraréis los mejores vientos para lograrlo, y desde luego siempre podréis contar con todo el respaldo y el aliento de la Fundación Cajasol.