Con esta apertura de la magnífica Exposición de Bassat en Cádiz, la Fundación Cajasol cierra la semana con la satisfacción de haber reactivado su actividad cultural en todas sus sedes andaluzas.
Hay que admitir que la desescalada nos trae una normalidad atípica tanto en los actos de inauguración como en el propio disfrute de nuestras colecciones, pero sé que coinciden conmigo en que lo importante en estos momentos es poder celebrar esta progresiva recuperación de nuestras vidas y de nuestra sociedad.
La exposición que tenemos en nuestra sede gaditana es, además, una de las más prestigiosas del país, así que el lujo viene por partida doble. Se trata de los fondos que ha ido atesorando la familia Bassat, una muestra admirable que reúne obras de veinticinco grandes creadores de la talla de Tàpies, Chillida o Saura.
La muestra destaca por la diversidad de tendencias y también, sin ninguna duda, por la importante representación de artistas andaluces como Luis Gordillo, Alfonso Fraile, Guillermo Pérez Villalta, José María Peña o Fernando Daza.
Para la Fundación Cajasol es todo un honor poder ofrecer al público de nuestra tierra parte de esta impresionante colección privada, uno de los principales exponentes del mecenazgo cultural en España.
La industria cultural, a mi entender, es un sector clave llamado a jugar un papel fundamental en la nueva economía. El reto general y colectivo que nos desafía en esta fase es poner en marcha de nuevo todo el país y diseñar, al mismo tiempo, un plan de transformación de nuestras empresas que nos proteja de la crisis demoledora que se nos viene encima. Y para eso necesitamos unidad y sacrificios compartidos y no división y enfrentamiento.
Estoy convencido de que este trance histórico y las muchas amenazas que nos acechan como consecuencia de la pandemia sólo se superan con el consenso y ofreciendo lo mejor de cada individuo y de cada institución, como han demostrado tantos colectivos sociales durante la crisis.
Por parte de la Fundación Cajasol, reafirmamos nuestro compromiso con el territorio al que nos debemos y apostamos por la cooperación como ya hicimos durante la propia cuarentena, dando servicio a la sociedad andaluza en la medida de nuestras posibilidades, con actividades como el servicio de atención telefónica para consultas sociales y sanitarias o el impulso a la donación de sangre.
También quiero destacar el trabajo del Instituto de Estudios Cajasol, que mantuvo online su labor de divulgación y formación académica enfocada al tejido productivo.
Quiero terminar agradeciendo el apoyo de los medios de comunicación y con el deseo de que el público de Cádiz disfrute de esta exposición privilegiada que coloca a la ciudad con una oferta cultural de primer nivel.