Buena Gente de Huelva

Hay un viejo adagio o dicho periodístico según el cual la noticia consiste en que un hombre muerda a un perro y no al revés. Lo entiendo, así son las cosas, y por eso seguramente nos fijamos más en lo que no se hace bien, en los problemas, en las conductas reprobables.

No sucede solo con la prensa, sino a todos nosotros en nuestras conversaciones cotidianas.

Ese, precisamente, es el gran valor de un medio como Huelva Buenas Noticias y posiblemente el secreto del gran éxito que ya tuvo ese premio de Hueva Buena Gente en su primera edición y que no ha hecho más que acrecentarse en este segundo paso, en el que han participado más de 30.000 onubenses expresando sus preferencias.

Las entregas de premios son un momento propicio para las anécdotas, y seguramente ninguna tan buena como la que protagonizó Don Miguel de Unamuno –ahora muy de moda gracias a la excelente película de Alejandro Amenábar. Don Miguel recibió una distinción de manos de Alfonso XIII y, al recogerla, dijo que la agradecía pero que se la merecía. El Rey se mostró sorprendido y luego le confesó que normalmente los premiados suelen decir lo contrario, es decir, que se trata de un galardón inmerecido.

Don Miguel le contestó: Y tienen razón, Majestad, tienen razón.

Ya sabemos que Unamuno era mucho Unamuno, pero afortunadamente, hoy nos encontramos con el caso contrario: hoy han desfilado por el estrado del Gran Teatro un puñado de mujeres y hombres de extraordinaria valía y que además la emplean en beneficio de los demás, sacrificando tiempo para su familia o para su trabajo.

Y un vistazo al abanico de tareas que les ocupan nos muestra que se trata de personas de trayectoria vital y profesional muy distinta, pero que tienen cosas en común.

Una de ellas es su voluntad de ayudar, de servir, su espíritu altruista y generoso. Son una muestra reconfortante para el conjunto de la sociedad. No solo merecen el premio, sino que el conjunto de la sociedad onubense merece que se les reconozca, en lo que suponen de ejemplo y estímulo para todos.

El otro hilo conductor, obviamente, es Huelva: su compromiso con esta ciudad y con esta provincia, su deseo y su esfuerzo para contribuir a que las cosas, sencillamente, vayan lo mejor posible y especialmente su cariño y solidaridad con quien más lo necesita.

Fundación Cajasol comparte con ellos esa voluntad de servicio y nos sentimos profundamente orgullosos de formar parte, desde sus inicios, de esta iniciativa que ya ha arraigado entre los onubenses porque ha dado en la tecla del ADN de Huelva: que hay mucha y muy admirable buena gente.

Enhorabuena a todos y estoy seguro de que ya muchos en la cabeza comienzan a tener a nuevos candidatos para galardonar en la próxima edición de estos premios.