En esta ocasión, el belén está inspirado en los pueblos blancos de la serranía de Cádiz, un entorno que evoca la belleza y la serenidad de nuestra tierra. Con 270 metros cuadrados de extensión y cerca de 200 figuras, hemos querido ofrecer una experiencia que va más allá de lo visual. Los visitantes podrán recorrer una gran cueva que los lleva hasta una ciudad de Belén dominada por los romanos, donde César Augusto y sus escribientes toman el censo. Cada detalle ha sido pensado para que el público sienta que está viviendo un auténtico viaje al pasado.
Una de las grandes novedades de este año son las 47 figuras de la colección Mariano Bellver, que hemos adquirido recientemente para incorporarlas a nuestro patrimonio, y otras 25 nuevas piezas, entre ellas una centuria romana que aporta un realismo extraordinario al conjunto. El Misterio, como siempre, ocupa un lugar central, rodeado de unas ruinas que evocan un antiguo palacete, un detalle que añade majestuosidad y simbolismo a la escena.
Personalmente, lo que más me emociona de este belén es su capacidad para conectar generaciones. Niños, abuelos, familias enteras se acercan cada año con la misma ilusión. Para nosotros, este belén no es sólo una exposición, es un viaje a la esencia de la Navidad, un punto de encuentro que conecta generaciones y mantiene viva la tradición.
El belén estará abierto al público hasta el próximo 5 de enero, con horarios que se adaptan a todos para que nadie se quede sin disfrutar de esta experiencia. Además, hemos habilitado visitas especiales para colegios, porque sabemos que los más pequeños son los grandes protagonistas de estas fiestas.
Desde aquí, quiero invitarles a que nos visiten, a que recorran este belén y vivan con nosotros la magia de una tradición que trasciende el tiempo y nos une como comunidad. En la Fundación Cajasol seguiremos trabajando para que nuestras propuestas navideñas sigan siendo un referente de cultura, arte y solidaridad en Andalucía.