Desde que hemos reanudado las actividades presenciales en Fundación Cajasol después de un obligado periodo de ausencia de invitados y público, les aseguro que es un placer volver a contar con el Aula de Cultura ABC de Sevilla y habernos reencontrado con su director, Francisco Robles, tras superar un ictus, que sufrió a la semana de decretarse el Estado de Alarma y que le ha obligado a permanecer más de dos meses hospitalizado.
Poder celebrar estos actos es un síntoma de normalidad progresiva, que espero que de verdad lo sea y que pronto en efecto progresemos hacia un ritmo de vida al menos parecido al que teníamos antes de la pandemia que ha afectado tanto a todos los ámbitos de nuestra vida, desde las relaciones sociales a la economía, pasando, y eso nos ha reunido hoy, por el periodismo.
Estimados Álvaro Ybarra, director de ABC de Sevilla, Ignacio Camacho, periodista y columnista de ABC, y Javier Rubio, redactor jefe de ABC de Sevilla, ha sido una alegría veros en Fundación Cajasol que, como sabéis, también es vuestra casa.
Me van a permitir que aproveche estas líneas para una mínima reflexión sobre el leitmotiv de este coloquio, es decir, el papel del periodismo en esta crisis súbita que estamos viviendo y cuyas consecuencias en todos los órdenes aún no conocemos.
Con tres grandes profesionales del periodismo con una dilatada y brillante trayectoria profesional, no me atrevería yo a hablar de periodismo, pero sí de algo que tiene que ver, como es la opinión pública, que está en relación con la prensa, pero no es la misma cosa.
Y si hago esta referencia es para felicitarme, como ciudadano, de que vivamos en un régimen de opinión pública, esto es, en un sistema político donde influya mucho la opinión de los ciudadanos.
Es verdad que esa opinión cristaliza cada x tiempo en unas elecciones, que son las que realmente deciden nuestro futuro, pero creo que es bueno que nuestros gobernantes –estén en el Gobierno o en la oposición—tengan siempre muy en cuenta la opinión de los ciudadanos en cada momento, más allá de lo que hayan votado o puedan votar.
Se llama sensibilidad y empatía, y para canalizarla, los medios de comunicación juegan un importante papel, muy profesionalizado, además, y, aunque siempre hay excepciones, con un elevado sentido de la responsabilidad.
Desde luego, en esta crisis, la prensa ha jugado un papel muy importante, como lo jugará siempre en una sociedad democrática y creo que eso es consustancial a un sistema como el nuestro, basado en los principios de libertad y convivencia.
Para oír a quienes llevan toda su vida en el ámbito de la comunicación hemos celebrado hoy el Aula de Cultura ABC. Y, como les decía al principio, en Fundación Cajasol estamos muy satisfechos de volver a juntarnos, aunque sea respetando las debidas distancias.