La Caseta de la Fundación es un emblema de nuestra misión: ser una entidad abierta, un punto de encuentro para instituciones, empresas y colectivos. Nuestra caseta, fiel reflejo de nuestra Entidad, no es sólo un lugar de recepción, sino un foro de diálogo y encuentro donde las diferencias se respetan y la conversación fluye en búsqueda del consenso.
Este año, como en otros anteriores, hemos inaugurado la Feria con nuestro ya tradicional almuerzo socialidario, una jornada que ha reunido a cerca de 200 representantes de entidades sociales, muchos de los cuales, emocionantemente, pisaban la Feria por primera vez. Es un recordatorio palpable de que nuestro trabajo en la Fundación va más allá de los muros de cualquier caseta; buscamos construir puentes y abrir puertas.
Sobre el ambiente en la Feria, he comentado, entre bromas, que cualquier signo de crispación política se queda fuera de nuestra caseta. La política es un instrumento de cambio positivo y colaborativo, que debería centrarse en el diálogo y el consenso, especialmente en temas trascendentales como el medio ambiente, las pensiones y otros asuntos técnicos esenciales para nuestra comunidad.
Mirando atrás a mis propias experiencias, he recordado con nostalgia los días de Feria de mi infancia. Nacido en Castro del Río, venía con mis padres desde allí. No teníamos acceso a las casetas, pero disfrutábamos de la Feria paseando y subiendo a los cacharritos. Hoy, me complace dedicar mi tiempo en la Feria a estar con mi familia y amigos, disfrutando de la compañía de mis hijos, sus amigos y parejas.
Ha sido un honor compartir estos momentos y reflexiones en Andalucía en la Onda, pudiendo destacar cómo la Fundación Cajasol se esfuerza por ser un lugar donde todos son bienvenidos y donde se fomenta el diálogo constructivo por el bien de toda Andalucía.