Dicen que en el judo, un aspecto fundamental es saber utilizar la fuerza del contrario en beneficio propio. Eso es lo que explica que un competidor en apariencia con meno fuerza logra unos resultados extraordinarios.
Hoy nos ha acompañado en nuestro Club de Directivos de Andalucía un judoka, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español desde el año 2005 y un acreditado defensor del deporte y del movimiento olímpico.
Una persona que ha sabido emplear la extraordinaria fuerza del deporte y del movimiento olímpico en beneficio de nuestro país, que en materia deportiva ha experimentado, como en otros tantos aspectos que muchas veces no sabemos valorar adecuadamente, un avance extraordinario en las últimas décadas.
Alejandro Blanco es licenciado en Ciencias Físicas y un hombre de reconocido prestigio por su compromiso con el deporte, una actividad que, sin duda, encierra unos importantes valores como la cooperación y la sana competitividad, pero que además constituye una actividad económica de primer orden y que aglutina a centenares de miles de personas, que, como profesionales o aficionados, se encuadran en las distintas federaciones.
Alejandro ha ayudado con su trabajo y esfuerzo a que las organizaciones deportivas profesionalicen su gestión. Fue uno de los principales impulsores de la Confederación de Federaciones Deportivas de España, creada hace ya casi 20 años, y un activo de primer orden en el movimiento olímpico internacional.
Se ha destacado siempre por preservar la independencia del movimiento olímpico de cualquier contaminación o injerencia política y creo que estoy seguro de que mantiene la ilusión y las ganas de que nuestro país vuelva a albergar unos Juegos Olímpicos.
Para muchas generaciones de españoles, en especial para los que vamos teniendo una cierta edad, los Juegos Olímpicos de 1992 significaron mucho y todo positivo, desde una exhibición de la capacidad organizadora de nuestro país hasta nuestro esfuerzo de superación como país para destacar en la excelencia deportiva.
Alejandro Blanco es un buen negociador y a esa tarea de resolución de conflictos, que también lo hay en el deporte, ha dedicado algunos esfuerzos en el plano internacional, lo que le ha generado no pocos elogios y reconocimiento.
Para el Instituto de Estudios Cajasol ha sido un honor y un placer tenerlo hoy entre nosotros.