Sin contar, eso sí, con la particularidad de que nos encontramos en plena campaña electoral, como muy bien se palpa en el ambiente, y que la propia Romería va a coincidir con la jornada electoral de las municipales.
En cualquier caso, también nos habla este acto de la responsabilidad y la conciencia medioambiental cada vez más consolidada con la que se organiza y se vive este evento enclavado en un paraje natural tan emblemático. Un aspecto que me parece especialmente relevante en esta edición del Rocío, marcada como sabemos por la sequía y el mayor riesgo de incendios.
Por nuestra parte, contribuimos a esta responsabilidad colectiva respaldando de nuevo este proyecto, Agua del Camino, junto a Giahsa y la Diputación de Huelva. En esta ocasión, vamos a distribuir entre todas las hermandades unos 27.000 bricks biodegradables de agua para que se repartan entre los romeros, unos envases que sustituyen a las contaminantes botellas de plástico.
La colaboración de la Fundación Cajasol se enmarca en tres compromisos que me gustaría resaltar para concluir mis palabras: el apoyo a las hermandades que sostienen este patrimonio cultural tan valioso como es el Rocío; nuestra apuesta cada vez más activa por la cooperación público-privada. Y, como no podía ser de otra manera, el compromiso fundacional que asumimos de promover las señas de identidad, las tradiciones y el futuro de la provincia de Huelva.
Buen Rocío para todos y que nuestra romería siga siendo un ejemplo de responsabilidad, convivencia y sostenibilidad de todos los peregrinos y de los pueblos de la comarca.