Siempre es un motivo de satisfacción celebrar un esfuerzo, que es el que los participantes en este curso han llevado a cabo. El hecho de que año tras año una buena parte de quienes toman parte en estos talleres encuentren trabajo en los supermercados de la cadena es una demostración de que las beca están bien planteadas y de que los alumnos se esfuerzan. Ese logro es lo que hemos celebrado hoy.
Creo que es de sobra conocido que uno de los principales obstáculos para acceder al mercado de trabajo es, precisamente, la dificultad de encontrar un primer empleo. Es un círculo vicioso que se valore la experiencia para contratar a alguien –algo lógico—y a la vez resulte tan difícil alcanzar una primera experiencia laboral.
Bien, a romper ese círculo vicioso se dirigen precisamente estas becas para el taller de oficios, lo cual evidencia que es un paso en la buena dirección que posiblemente debería ser imitado. El diploma que han recogido los alumnos acredita esa experiencia y pueden sentirse orgullosos de lo que han logrado.
Muchas veces hablamos de emprendimiento y emprendedores y enseguida pensamos en quien funda una gran compañía o inventa una innovación tecnológica.
Sin embargo, emprender es algo más sencillo y a la vez más importante: es la voluntad y la capacidad de hacer lo que hay que hacer porque se trata de algo útil y necesario.
El que ellos hayan dado el paso de solicitar esta beca y luego de cumplir con su tarea de formación es, sin duda, una muestra de espíritu emprendedor: quiero experiencia porque la necesito y por eso hago lo que creo que me va a ayudar. Claro que sí.
Además, el emprendimiento no es, ni mucho menos, cosa de individuos aislados. También las empresas necesitan unas fuertes dosis de emprendimiento. El que Supermercados MAS haya impulsado una fundación y lleve adelante becas como estas o como otras, por ejemplo, en materia de idiomas que también lleva a cabo, pues también es una muestra de ese espíritu emprendedor.
Un espíritu que tiene que ver con el esfuerzo individual y colectivo, con la innovación, con la formación y con algo también muy sencillo pero muy importante: con el amor por el trabajo bien hecho, que es el que garantiza muchas veces que las cosas salgan como tienen que salir.
La Fundación MAS y la Fundación Cajasol compartimos un compromiso profundo con todos estos valores, además de otros, especialmente importantes, como el de la solidaridad que es la que justifica la campaña ‘100.000 kilos de ilusión’, que llevamos a cabo anualmente.
Gracias a la Fundación MAS por permitir a la Fundación Cajasol que compartamos este espacio de colaboración tan fructífero y positivo.
Y, sobre todo, felicidades a todos los chicos y chicas que han participado en estos talleres.
Animo y mucha suerte.